Imagen referencial / Cortesía

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20% de los bebés mueren en los primeros 28 días en Latinoamérica, según la OPS

Según la OMS, los defectos congénitos causan hasta un 21% de las muertes de menores de 5 años en América Latina


Unos 8 millones de recién nacidos mueren en el mundo cada año debido a defectos congénitos graves y cerca de 3 millones fallecen antes de cumplir cinco años, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

En América Latina, esos trastornos son causa de hasta el 21% de los decesos de menores de cinco años, indican las cifras de la OPS, publicadas con motivo del “Día Internacional de los Defectos Congénitos”.

Esos defectos también provocan la muerte del 20% de los bebés latinoamericanos durante los primeros 28 días de vida, destacó la OPS.

Los defectos congénitos son anomalías estructurales o funcionales que ocurren durante la gestación. En general su origen es genético, infeccioso, ambiental o nutricional, pero en muchas ocasiones no es posible identificar la causa.

Los trastornos congénitos más comunes y graves son los defectos cardíacos, los del tubo neural y anomalías cromosómicas como el síndrome de Down. En 2016, el Síndrome Congénito por el virus del Zika (SCZ) se sumó a esta lista.

“La prevención se alcanza a través de inmunizaciones, mejoras en la alimentación y nutrición, la abstención del consumo de sustancias tóxicas, la eliminación de factores ambientales y la prevención de enfermedades como la diabetes en la madre, entre otras medidas”, señaló Pablo Durán, asesor regional en salud perinatal del Centro Latinoamericano de Perinatología, Salud de la Mujer y Reproductiva de la Organización Panamericana de la Salud.

Según la OPS, estos defectos también provocan la muerte del 20% de los bebés durante los primeros 28 días de vida en Latinoamérica.

De acuerdo con el organismo de las Naciones Unidas, para garantizar una mejor calidad de vida a los niños recién nacidos, los países necesitan generar información para conocer la magnitud de la situación, favorecer la vigilancia, implementar programas e intervenciones específicas, brindar una atención y servicios apropiados y promover la participación de las familias y de la sociedad civil.