Neuroarquitectura: la ciencia que construye los espacios emocionales
La manera más práctica para implementar la Neuroarquitectura es generar espacios emocionalmente felices.
Permanecer en una estado de satisfacción es el anhelo de todo ser humano en su búsqueda a la felicidad
Aunque como seres naturales estemos constituidos por emociones y sentimientos; es determinante lo que elijamos para que rodeen nuestros entornos, en este sentido, la felicidad es un estado emocional que puede variar con todo tipo de percepciones, pero puede convertirse en una vivencia permanente en nuestros espacios de convivencia
Los espacios interiores están integrados de objetos, muebles y superficies que son capaces de transmitir o inspirar sensaciones que pueden afectar positivamente a sus habitantes.
“Promover sensaciones en los espacios es la base para edificar ambientes emocionales”
Así como construir ambientaciones que favorezcan las habilidades cognitivas los seres tripartitos (cuerpo, alma y espíritu) necesitamos estimulaciones de la mente para conectar con el verdadero sentido de las obras de artes que constituyen espacios agradables.
La manera más práctica para implementar la Neuroarquitectura como una ciencia dentro de tu casa, será a partir del interés que tengas para generar espacios emocionalmente felices, y lo puedes conseguir a través de estos elementos claves:
- Incluye la naturaleza en sus diversas expresiones para recobrar ambientes más saludables y refrescantes desde una maceta con plantas ornamentales hasta colmar jardines de zonas verdes
- Diseña efectos de iluminación aprovechando la radiación solar en lugares como pasillos, o espacios abiertos, teniendo la opción de perforar paredes o cubiertas de techos aprovechando el paso de la luz natural durante las horas del día.
- Aplica colores más neutrales sobre superficies amplias como las paredes y texturas de madera en muebles o revestimientos que representen mayor calidez ambiental
Arq. Débora Michelle Mendoza
Asesora Educativa
Deco-Coaching Interiorismo