La importancia del perdón entre madre e hijo
Especialistas coinciden en que el perdón debe ser sincero y humilde.
La relación de algunas madres con sus hijos no siempre suele ser la más saludable, la falta de comunicación, de respeto y empatía de uno hacia el otro, daña profundamente este importante vínculo creando heridas e incluso traumas que pueden marcar de por vida a la persona, sobre todo si no está dispuesta a recurrir al perdón como terapia sanadora, coinciden psicólogos y un pastor evangélico.
“Si bien perdonar es muy difícil, no es imposible, recordemos que el perdón trae sanidad, trae paz y bienestar, entonces son más los beneficios que genera este tipo de actitud”, comentó la psicóloga Maykelin Sotelo.
En el caso de que una madre haya abandonado a sus hijos, esta puede acercarse a ellos para tener una conversación franca, sin intentar justificar el abandono, porque de lo contrario lo que recibiría es rechazo, malestar e indiferencia, explicó.
Por su parte, el psicólogo clínico, Ludendort Suce, expresó que ha recibido muchos pacientes con diversos problemas vinculados a la falta de perdón.
«En las consultas los pacientes me dicen, “yo no quiero a mi mamá, yo sé que ella me tuvo y no me crio, la que me cuido fue mi abuela y a ella es la que quiero”, ahí tenemos un caso donde no se valora a la progenitora, pero existen otros, como por ejemplo, hijos o hijas que dicen, “yo no quiero a mi madre, es más hasta siento que la odio, porque me dejó por el padrastro, lo prefirió a él y no a mí”, es decir, un hijo resentido que no llega ningún 30 de mayo, ni pregunta, ni quiere saber de ella», agregó.
Sotelo y Suce, coinciden en que el perdón debe ser sincero, humilde y aceptar el error, por lo tanto, es fundamental que las personas que presentan esta situación busquen la ayuda de un profesional para encontrar alternativas para perdonar.
El perdón desde lo espiritual
Desde el punto de vista espiritual, el perdón no es una opción, sino un acto de obediencia y de amor, según establece la doctrina cristiana, explica el pastor evangélico, José García.
“El libro de Éxodo, capítulo 20, dice que cuando el Señor da los 10 mandamientos, nos enseña que debemos honrar a nuestros padres, de hecho, es el primer mandamiento con promesa”, recordó.
Se remitió al versículo 12 que dice, “honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen sobre la tierra que Jehová tu Dios te da”.
García sentenció que, “al no cumplir con este mandato bíblico, estamos deshonrando a los padres y como consecuencia la persona, en lugar de traer sobre sí, una promesa de bendición, lo que provoca es una maldición”.
Consecuencias de la falta de perdón
Tanto la psicología y la religión coinciden en que los efectos negativos que puede generar la falta de perdón transcienden, ya que pueden tener consecuencias físicas, emocionales y espirituales.
García añadió que, la persona que no perdona, aunque no sea a mamá, papá, o cualquier individuo que guarde odio, rencor y resentimiento, esa persona se vuelve amargada, se seca.
La falta de perdón trae como consecuencia a una persona que por todo se enoja, es iracunda, maldiciente, su rostro denota la condición del corazón.
“El proverbista dice, que el corazón alegre hermosea el rostro, entonces en caso contrario, si el corazón no está alegre, ¿qué hará con el rostro?, se denotaría en el rostro que la persona no tiene felicidad”, sostuvo.
Suce, también reconoció que el perdón tiene relación con la parte espiritual, “Jesús dijo que nos perdonáramos los unos a los otros, así como él nos perdonó, de manera que existe un concepto tan herrado en la sociedad que dice, “que perdonar solo Dios”, pero esto es falso.
El perdón es la decisión que vas a tomar para sentirte libre de ese resentimiento, subrayó Suce.
¿Por qué es difícil perdonar?
Muchas veces permitimos que el rencor avance y no vamos curando, desde el día número uno y con el paso del tiempo se forman raíces que nos llenan de amargura y es ahí cuando se hace más difícil perdonar, explicó Sotelo.
Para Suce, el orgullo es el principal obstáculo para conceder perdón, cuando la persona se encuentra en una posición de poder y consideran que es un acto de humillación.
Desde el punto de vista religioso, García aportó que, en lo humano, no existe un antídoto, o una fórmula, aunque existan intensiones de hacerlo.
“Eso se logra a través del amor y donde no hay amor, hay odio, rechazo y eso no lo puedo hacer la persona en lo natural, ¿qué debo hacer?, primero reconocer que estoy afectado por el resentimiento, lo que haya vivido la persona debe reconocer que hubo un momento de su vida que se desligó y que está marcado”.
Beneficios del perdón
El perdonar también genera muchos beneficios, entre ellos mejora la salud mental y del corazón, reduce los síntomas de la depresión, estimula las relaciones sanas, entre otros, indican los expertos.
El perdón limpia asuntos inconclusos y cierra episodios dolorosos que roban energía, capacidad y afectan el rendimiento personal.
Si esto no fuera suficiente, según la Universidad de Harvard, perdonar también se asocia con menor riesgo de abusar de sustancias tóxicas, mayor autoestima y mayor satisfacción de vida.
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