Católicos salvadoreños participan en una procesión durante las fiestas patronales en honor al Divino Salvador del Mundo./ EFE

Católicos salvadoreños participan en una procesión durante las fiestas patronales en honor al Divino Salvador del Mundo./ EFE

Salvadoreños veneran la transfiguración de Jesús en el cierre de las fiestas patronales

El acto más importante hace alusión a un pasaje bíblico en el que se relata un cambio de apariencia de Jesús en el monte Tabor.


Cientos de católicos de El Salvador celebraron este lunes con fervor los actos litúrgicos y procesiones que marcan el punto álgido de las fiestas patronales de la capital en honor al Divino Salvador del Mundo.

El acto más importante de esta celebración es el conocido como la transfiguración de Jesús, que hace alusión a un pasaje bíblico en el que se relata un cambió de apariencia de Jesús en el monte Tabor.

Carmen, de 70 años y que asistió a esta actividad, dijo en declaraciones a EFE que estaba habituada a ver las transmisiones televisivas o radiofónicas de esto evento, pero que esta vez decidió por primera vez acompañar los festejos ya que los considera "un importante acto de fe para poder dar gracias a Dios".

La procesión de la transfiguración, que recorre desde la Basílica del Sagrado Corazón hasta la Catedral Metropolitana, lleva la imagen del Divino Salvador del Mundo, tallada en cedro y elaborada en 1777. La imagen va cargada en andas adornada por flores y otras imágenes religiosas.

En varios tramos del recorrido es cargada por miembros de diferentes hermandades (grupos religiosos) vistiendo túnicas, con jóvenes y laicos que acompañan con música y consignas.



Al finalizar el recorrido la imagen es colocada en una plataforma que posteriormente es ascendida por un sistema de poleas manipulados manualmente hasta llegar a la cúspide que simboliza el planeta tierra y la imagen aparece para ser venerada entre cantos y fuegos artificiales.

Los actos estuvieron encabezados por el arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar, acompañado por el cardenal salvadoreño, Gregorio Rosa Chávez, y sacerdotes de diferentes parroquias capitalinas.

Las festividades en honor al Divino Salvador del Mundo son las más importantes del país, donde la actividad gubernamental se paraliza entre el 1 y el 6 de agosto, mientras que el sector privado lo hace los días 3, 5 y 6 del mismo mes.

Las festividades culminan mañana martes con una misa masiva, convocada en la Catedral Metropolitana, que será presidida por la alta curia salvadoreña.

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