Yohany López
Gran Ballet Quetzaltnahuatl presenta gala y lleva a escena dos nuevas coreografías
Para este homenaje a las fiestas de Managua, hubo varios ambientes, sin faltar el son de marimbas, guitarras, mandolinas y guitarrillas.
"El palo lucio" y "La vela del barco", son dos de las nuevas piezas que la dirección del Gran Ballet Quetzaltnahuatl ha puesto en escena por primera vez en el escenario del Teatro Nacional Rubén Darío como homenaje a las fiestas patronales de la capital.
William Herrera, director de dicha agrupación, explicó que se sienten muy contentos porque agosto y las fiestas de Managua son muy importantes en todo el país.
"Como agrupación hemos decidido proyectar esas fiestas en el escenario para que quienes no las pueden vivir directamente, puedan disfrutarlas de esta forma como una nueva propuesta que retoma toda la idiosincrasia", manifestó Herrera.
Espectáculo danzario
Por dos horas los integrantes de este ballet realizaron una enérgica presentación, llena de fuerza, color y transmitiendo la esencia de todos los personajes que suelen encontrarse en las festividades patronales en honor a Santo Domingo de Guzmán, desde las primeras actividades que empiezan con la "Rosa del camino", la bajada de la imagen, las respectivas velas, previas tanto del barco como el palo lucio, hasta las más pintorescas vivencias que por años se ha visto durante la procesión.
Para ello, Quetzaltnahuatl se apoyó de dos artistas que introdujeron, mediante actuación y un desenvolvimiento escénico impecable, un diálogo que retomaba picardía familiar y datos históricos de cómo surgió esta tradición.
Así que entre sones de marimba y de los filarmónicos, los bailarines y la escenografía iba tomando mayor relevancia.
Los protagonistas
Kenny García, es bailarín de la agrupación desde hace seis años y afirma que estar en el escenario del coloso mayor, es una experiencia bastante gratificante.
"Yo entré desde cero cuando no sabía nada y aquí en el ballet me he formado", asegura el bailarín, quien recibió ovaciones por parte del alegre público en una pintoresca salida al escenario durante la procesión de Santo Domingo.
García explica que para él, el folclore es algo que le llena y por esa razón la danza de proyección es muy importante.
En ese corre, corre, previo a la presentación, mientras los bailarines ajustan los últimos detalles, Anixia Velásquez, se preparó para presentarse por primera vez con este grupo y vivir una experiencia que había soñado desde niña.
"Es muy emocionante, ya que desde pequeña yo quería entrar y siempre había sido un deseo. Bailo folclore porque es elegante y me gusta", expresó la adolescente, quien debutó con la pieza la Mora Limpia.
Escenografía, colorido y música
Uno de los elementos que más destacan en las presentaciones de esta agrupación de trayectoria, es el ambiente mediante las escenografías que complementan la ejecución de pasos de sus bailarines, la música en vivo y el color de los trajes.
Para este homenaje a las fiestas de Managua, la dirección de Quetzaltnahuatl se valió del ambiente de la casona que hace referencias a las antiguas fiestas de patios en el país, en las que popularmente se bailaba al son de marimbas, guitarras, mandolinas y guitarrillas.
Pero el eje central de la presentación fue el montaje del palo lucio, tradición que se realiza por la noche, cada 31 de julio, en las inmediaciones de la rotonda de Santo Domingo, en la capital donde los asistentes luchan por escalar un palo de madera de alta distancia lleno de cebo con un premio en su final.
Y la vela del barco, fiesta que inicia en el tradicional barrio de San Judas con la familia del folclorista Lisímaco Chávez y la repartición de la famosa chicha de las siete quebradas, de ahí un recorrido hasta el Gancho de Camino en el mercado Oriental, donde un camión con semejanza de barco se estaciona para que en la tarde del 01 de agosto pueda trasladar la imagen de Santo Domingo a la iglesia que lleva su mismo nombre en la zona de los antiguos escombros.
Su recreación más el arco del gancho de camino, la participación de las indias bonitas de las fiestas de 2024 fueron clave para vivir en un escenario, todo lo que implican estas fiestas cada agosto.
Marcelo Ibarra, director del Ballet Folklórico Atlanxochitl en San Juan del Sur, Rivas, es la tercera vez que es invitado a ser parte de una presentación de Quetzaltnahuatl.
"Estamos comprometidos con la formación de las nuevas generaciones y estar en este escenario nos empuja a dar calidad", aseguró Ibarra, quien lleva cinco años de impulsar el proyecto en su municipalidad.
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