
Yohany López
Agrupaciones danzarias en gala de cierre de Fin de Año
Ballet Castillo y Danza Estudio Castillo deslumbraron en la sala mayor del Teatro Nacional Rubén Darío.
Una fusión de folclore, contemporáneo, ballet clásico, jazz y afro; es la propuesta que retoma el Ballet Castillo y Danza Estudio Castillo en su gala de cierre de año en el Teatro Nacional Rubén Darío.
Según su directora, Ana Castillo, su propia versatilidad en el baile, le ha permitido diseñar una propuesta que involucra diferentes ritmos y los lleva a escena con un elenco de más de 80 bailarines de todas las edades.
La velada artística contó con la presencia del elenco de la Agrupación de Danza Folklórica Zenzontle que dirige el maestro Miguel Maltés y el acompañamiento musical de la Marimba de Arco Flor de Pino.
Un digno reconocimiento
Un primer momento fue el emotivo reconocimiento que Castillo entregó a su formadora e inspiración artística, la maestra Anamalia Sierra, quien se abrió paso como pionera del Ballet clásico en el país.
Para Castillo fue la garante que tuvo desde temprana edad hasta convertirse en la primera bailarina de ballet graduada en el país.
Durante la entrega del reconocimiento que fue parte del openning, Castillo brindó emotivas palabras sumado a la ovación del público que admiró el momento apreciable.
Puro folclore
Bastaron unos segundos para que el escenario de la Sala Mayor del Teatro Nacional Rubén Darío, se llenará de color, música y ritmo y es que en una mezcla derivada de nuestra obra patrimonio mundial, El Güegüense, inició la gala de cierre de año.
Así como una serie de sones y jarabes de marimba que alegraban a la asistencia del coloso nacional.
Llegó el turno de la Agrupación de Danza Folklórica Zenzontle, quienes con unos espectaculares vestidos rojos iluminaron el escenario al son del Indio Caraceño, con una ejecución de paso marcado sonoro en los tambos de madera y gritos de sus bailarines que hicieron de su primera aparición un momento mágico.
Una segunda parte, fue la suma de coreografías de contemporáneo, cuyas interpretaciones gozaron de armonía entre la pieza musical, las luces reflejadas y los movimientos corporales de los intérpretes.
El paso de coreografías los llevó por un popurri de variedad para cerrar con especiales navideños que consigo alegraron al público.
Emociones a flor de piel
Daniela Martínez, bailarina del Ballet Castillo, explica que al salir a la presentación las emociones se juntan.
"A mí lo que más me gusta del folclore es la disciplina que desarrollás, así como el amor por nuestro país y nuestras costumbres", añadió Martínez, quien gusta de piezas como la Palomita Guasiruca, Campesina Salamera, Solar de Monimbó y muchas más.
Antes de salir al escenario, Ariel Escoto, manifestó que era la primera vez en ser parte de un repertorio de folclore y eso lo emocionaba mucho.
Asimismo, añadió que entre sus coreografías preferidas de la noche estaba la danza de El Mestizaje.
Escoto aprovechó para animar a que las nuevas generaciones desarrollen el gusto y amor por el folclore nicaragüense y se atrevan a experimentar las emociones que consigo conlleva el baile.
Tanto Martínez como Escoto son parte de ese relevo generacional que, según Castillo, requieren de enseñanza para mantener viva en ellos nuestras costumbres y tradiciones folclóricas.
Razón por la que para 2025, la maestra Castillo espera crecer en integrantes y seguir alternando coreografías con mezclas musicales más atractivas.
➤ Suscríbete a nuestro canal de YouTube
También te puede interesar: