Yohany López

Yohany López

Ballet Folklórico Nicaragüense tras mayor relevo generacional

Agrupación realizó exitosa presentación en la Sala Mayor del Teatro Nacional Rubén Darío.


55 años del Ballet Folklórico Nicaragüense (Bafonic) del maestro Ronald Abud Vivas, se escriben fácil, pero son el reflejo de una vida enfocada en promover las tradiciones de nuestro país.

Tras tantos años siendo la agrupación más taquillera del país en la Sala Mayor del Teatro Nacional Rubén Darío, en Managua, la agrupación prevé enfocarse aún más en el relevo generacional y que sus nuevos integrantes, no tengan dudas de amar el folclore del país.

Su director, Ronald Abud Vivas, expresó su agradecimiento primeramente a Dios por el talento que le ha dado, a las familias que lo respaldan por el cariño que le comparten y a las autoridades del país que también están prestas para impulsar sus ideas.

Si de consejo se trata, aconseja a las nuevas generaciones tanto de directores como bailarines que investiguen más.

"Que investiguen y estudien para que crezcan poco a poco y con paso firme", expresó el director, considerado por las autoridades de cultura como uno de los pioneros del folclore nicaragüense.

Espectacular cierre

Fueron casi dos horas que los asistentes al coloso nacional se permitieron disfrutar de un amplio recorrido por las principales coreografías de las tres regiones del país.

Un openning que ya es sello del ballet y que se trata de la danza del Toro Huaco, originaria de Diriamba, Carazo, seguido de Barrio de Pescadores, así como sones de marimbas variados.

Cabe destacar que la puesta en escena con la que finalizó las celebraciones por su 55 aniversario, también fue una muestra de coreografías que forman parte de la tradición de su natal Diriamba, cuyas fiestas se celebran cada 19 de enero en honor a San Sebastián y en las que este grupo lleva un papel cultural protagonista.

Además, presentaron coreografías como Inditas cantoras, que hace memoria a las tradiciones propias de la zona, en las que sus bailarines además de interpretar diferentes sones de marimba, cantan himnos propios para San Sebastián y Santiago, patrón de Jinotepe.

No pudo faltar la pieza Jinotepina linda, que es una recreación propia de Abud y el pintoresco Baile de húngaras.

Se mostraron agradecidos

Kathy García, es una de las principales bailarinas del elenco y al finalizar la presentación, se mostró más que feliz por la respuesta del público que no dejó de ovacionar las piezas danzarias.

"Demasiado orgullosa de ser parte del Bafonic (...) siempre hay nervios antes de salir, pero tras la primera coreografía comienza la adrenalina", manifestó.

Convocan a nuevos bailarines

Para 2025, el director del Bafonic Infantil, Denis Sánchez, adelantó que abrirán clases para los padres de familia, para los adultos que estén interesados en aprender y ser parte de dicha agrupación.

"Estamos en proyectos de incorporar a los padres o personas adultas que quieran llenarse de ese amor por el folclore de nuestro país, que quieran vivir la experiencia", remarcó Sánchez, quien prevé que para enero emprendan el piloto.

Si del Infantil se trata, Sánchez recuerda que surge como una antesala para el ballet principal, en el que los menores se van formando y en su transición cuenten con mayor formación en técnica, proyección y desenvolvimiento escénico.

Entre las coreografías del infantil, resaltó el homenaje que rindieron a los 500 años de la ciudad de Granada, en la que fusionaron sones tradicionales con flamenco.

Y a su vez, vistieron de coloridos trajes y sombrero, estilo hipista que hacía recordar a las mujeres que asisten a las montas ibéricas.

Un sueño realidad

Tras varios meses publicando en sus redes sociales de TikTok, unas hermanas gemelas originarias de Rivas, se habían hecho virales por su deseo de bailar en el Teatro.

Se trata de Lizmari Celeste y Xiomara Guadalupe Uriarte Flores, quienes hace unos meses llegaron a los ensayos del Bafonic para encaminarse a cumplir su sueño, de bailar por primera vez en el Teatro Nacional.

Al ser consultadas, se mostraron felices de ser parte de la gala y haber disfrutado, por primera vez, una experiencia que pretenden continuar.

El cierre incluyó piezas como la Mora Limpia, al momento de su presentación se repartieron matracas por toda la Sala Mayor y el ruido de las mismas acompañó la introducción a las celebraciones de la Purísima y el grito que en todo el país es una algarabía.

Candelas romanas, trajes de colores e interpretaciones de parejas son parte de lo que trasladan al escenario los artistas del ballet hasta el punto de llevar a la Gigantona y el Enano Cabezón; quienes en conjunto despidieron un espectáculo de confirmada trayectoria.