Laura Vílchez

Laura Vílchez

Derroche de cultura popular por las fiestas de San Sebastián en Diriamba

Feligreses celebraron tradicional Tope de los Santos.


La religiosidad popular y la cultura se entremezclan en las fiestas patronales de San Sebastián Mártir en Diriamba.

Fieles católicos y promesantes participaron con devoción en el tradicional Tope de los Santos, como parte de las Fiestas Patronales en honor a San Sebastián Mártir, en la ciudad de Diriamba.

Esta es una visita que hacen a San Sebastián Mártir, las imágenes de Santiago Apóstol, de Jinotepe y San Marcos de la ciudad del mismo nombre, toda ellas en el departamento de Carazo.

El encuentro se realizó en las afueras de la Basílica Menor de San Sebastián Mártir, en la víspera del 20 de enero, fecha en que la iglesia católica le celebra solemnemente.

La celebración también es todo un turismo religioso, puesto que participan turistas extranjeros, atraídos por promesantes y grupos de bailes tradicionales folclóricos como El Güegüense, El Toro Huaco, Las Húngaras, El Viejo y la Vieja y Las Inditas, quienes agradecen los favores recibidos.

Manuel Selva Baltodano, tiene 45 años de tradición y fe vistiéndose como La Vieja y mencionó que le baila a San Sebastián por una promesa y favores recibidos.

"Estamos tratando de ver a quien le heredamos la tradición, quien de mi familia es capaz de continuarla, la idea es preservar la tradición y combinarla entre lo religioso y cultural", destacó.

Támara Rodríguez, contó que hace nueve años, cuando nació su hijo, a quien nombró Sebastián, las plaquetas se le bajaron y estuvo a punto de la muerte, por ello pidió la intercesión del Santo Patrono.

Ahora, desde hace cuatro años, el pequeño Sebastián forma parte de un grupo de promesante que baila El Toro Huaco.

"Nos venimos preparando durante todo el año, lo traemos a las prácticas del baile y él con mucha fe ha participado, son 8 mil córdobas los que cuestan elaborar el traje, puede ser menos en dependencia que no se dañe el traje", comentó.

Desde ya Sebastián afirmó que cumplirá su promesa al Mártir de la iglesia católica hasta que Dios le dé vida.

El padre César Castillo, rector de la Basílica, expresó que cada año más familias se suman a esta devoción, porque están confirmando que la intercesión del Santo ante Dios es poderosa y muchos heredan dicha fe.

"Aquí vos ves personas de más de 80 años, hasta en silla de ruedas cumpliendo su promesa, pero también ves niños y niñas pequeñitas ya vestidos y eso nos hace saber que tenemos fiestas para rato", refirió.

200 años, después de Cristo, Sebastián, hijo de familia militar y noble, cumplía con la disciplina militar en Roma, Italia, pero no participaba en los sacrificios idolátricos, puesto que se declaraba Cristiano y ejercía el apostolado entre sus compañeros, visitaba y alentaba a los cristianos encarcelados por la causa de su fe.

Fue denunciado al emperador Maximino, quien lo obligó a escoger entre ser su soldado o seguir a Jesucristo, eligiendo lo segundo y lo condenó a morir asaetado.

Los soldados del emperador lo llevaron al estadio, lo desnudaron, lo ataron a un poste y lanzaron sobre él una lluvia de saetas, dándolo por muerto, pero sus amigos que estaban al acecho, se acercaron, y al verlo todavía con vida, lo llevaron a casa de una noble cristiana romana, llamada Irene, que lo mantuvo escondido en su casa y le curó las heridas hasta que quedó restablecido.

Tras continuar con la predicación en Roma, Maximino mandó que lo azotaran hasta morir, y los soldados cumplieron esta vez sin errores la misión y tiraron su cuerpo en un lodazal.