Liverpool conquista su sexta Champions League
Con su sexta "orejona" el Liverpool se coloca como el tercer equipo más ganador en la historia de la UEFA Champions League
El equipo que nunca camina solo cumplió con los pronósticos y derrotó 2x0 al Tottenham para ganar el trofeo más importante a nivel de clubes en el mundo, en un partido de pocas emociones, sin ser espectacular pero la victoria sabe totalmente dulce para los Reds.
El primer gol se produjo a penas a los dos minutos de juego cuando el central del partido cobró una mano dentro del área de Mousa Sissoko con alguna polémica pero mano al final. El penalti lo ejecutó de gran manera el Faraón Mohamed Salah para el 1-0.
De ahí en más las oportunidades fueron carentes para ambos equipos, el partido se tornó físico, disputado y con un Tottenham que no parecía tener reacción y un Liverpool que no atacaba como es su costumbre.
Allison figura en el segundo tiempo.
Para la segunda mitad del partido los Spurs con mayor decisión se fueron al ataque con el deseo de empatar el partido, pero sin ser precisos en su juego. Con algunos disparos con cierto peligro de fuera del área que controló de gran manera el portero Allison Becker.
Becker trasmitió una gran seguridad bajos los tres palos en todo momento resguardó su portería y acabó por ser una de las grandes figuras en la coronación de su equipo. Nada parecido a la actuación de Karius que un año antes regalo el trofeo al Real Madrid.
Origi el amuleto de Kloop
Con el 1-0 en el marcador los Reds mandaron al campo al delantero Origi que había marcado dos goles en semifinales ante el Barcelona. Siendo un auténtico amuleto para su equipo, Origi marcaría el segundo gol del partido ya en las postrimerías del mismo exactamente a los 87 minutos de juego.
Esa anotación dejó totalmente fuera del juego al Tottenham, el Liverpool levantó su sexta orejona de su historia con un equipo que cobró revancha de su caiga la temporada pasada.
Su entrenador Jurgen Kloop rompió el maleficio de dos finales de Champions perdidas y festejó a lo grande. La marea roja cantó en el Wanda Metropolitano que coronó una vez más a uno de los conjuntos más tradicionales del viejo continente, el equipo que nunca camina solo.