Nestor Avendaño: alta dependencia a remesas familiares genera menos población económicamente activa

Nicaragua recibió 1.501,2 millones de dólares en remesas familiares en 2018, un 11,4 % del Producto Interno Bruto (PIB), según el Banco Central.


Nicaragua recibió en remesas familiares 518,3 millones de dólares en el primer cuatrimestre de este año, un 7,5 % más que en el mismo período de 2018, según el informe del Banco Central de Nicaragua (BCN), lo que demuestra que en algunos hogares las remesas son el único sostén de la economía.

“Estas remesas son una válvula de escape frente al deterioro del poder adquisitivo de los salarios de los trabajadores y más razón en las familias afectadas por el desempleo y el subempleo, pues ayuda a mantener cierta estabilidad en los hogares”, expresó Nestor Avendaño, economista.

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A largo plazo el economista Avendaño afirmó que no es bueno que Nicaragua dependa demasiado de este elemento externo porque demuestra que el recurso manual valioso está saliendo del país, acrecentando la migración y las familias se vuelven dependientes a estas remesas al no intentar pertenecer a la población económicamente activa.

“Si los niveles salariales son bajos en el país y ven los familiares que la remesa que reciben es mayor incluso a dos salarios juntos, entonces se acostumbran a esperar su dinero y deciden no trabajar”, explicó Avendaño.

Nicaragua recibió 1.501,2 millones de dólares en remesas familiares en 2018, un 11,4 % del Producto Interno Bruto, según datos oficiales, siendo el cuarto pilar externo de consumo de la población nicaragüense y que se ha afianzado por la caída de la inversión y cooperación internacional y el turismo tras la crisis sociopolítica que vive el país.