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Aumento salarial es una “burla” y no está ajustado a la realidad, aseguran trabajadores
El Ministerio del Trabajo (Mitrab) aprobó este jueves un aumento de 2.63% al salario mínimo, así reaccionaron los distintos sectores
El aumento del 2.63% al salario mínimo para al menos 250 mil trabajadores, ha generado polémica entre la clase obrera de Nicaragua, quienes consideran que el incremento es una “burla”.
Alberto Lanuza y Edwin Pérez, son dos colaboradores de una empresa de seguridad, la cual les paga mensualmente un promedio de 7,500 córdobas, pero a partir de la primera quincena de marzo, los dos recibirán su primer parte del ajuste salarial, es decir, un promedio de 190 córdobas adicionales en su salario.
"Para mi ese ajuste es como una burla hacia los trabajadores porque al anunciar reajuste salariales el comercio empieza a especular con los precios y ahí es donde perdemos nuestro poder adquisitivo”, señaló Alberto Lanuza.
Los trabajadores aseguran que este aumento no se ajustó a la realidad que vive el país, en especial los trabajadores que reciben un salario mínimo, el cual equivale a menos de la mita de lo que cuesta la canasta básica, por lo que consideran que las autoridades se han burlado de ellos.
"No creo que con ese aumento nos venga a resolver la situación económica que enfrentamos en este país, como sabes todo se ha elevado de precio y la canasta básica ya se nos vuelve inalcanzable", destacó Edwin Lanuza, trabajador de una empresa de seguridad.
El Gobierno argumentó en la mesa de negociación del salario mínimo, que el ajuste corresponde a la realidad de la economía, debido a que el año pasado el Producto Interno Bruto (PIB) decreció 3.5% y la inflación acumulada repuntó en 6.13%.
La canasta básica, la cual está compuesta por 53 productos, hasta julio de 2019 alcanzó unos 14,159 córdobas, registrando un aumento de 595 córdobas, en comparación al valor que cerró en 2018 (13,564 córdobas).
Por su parte, el Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) ha insistido que el aumento salarial solo generaría pérdida de empleos y desequilibrio económico en las empresas.
Para el sector panificador, aunque el ajuste salarial es muy poco, la medida garantiza la estabilidad laboral, ya que las empresas no se verán obligadas a despedir su personal por tener aumentar un salario.
"En estos momentos lo que se quiere con este ajuste es la no pérdida del empleo, yo sé que muchos trabajadores no están contentos con ese 2.63%, pero es mejor tener un empleo a que perderlo". resaltó Juan Pablo Estrada, presidente de la Cámara del Pan.
