El coronavirus, una oportunidad para arreglar el sistema de remesas, afirma la ONU
Según la ONU en al menos 60 países el 5% de su PIB proviene de las remesas
Hasta hace unos meses, cuando los trabajadores migrantes enviaban a sus países de origen las remesas destinadas a sus familias contribuían a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, entre ellos el de sacar a decenas de millones de personas de la pobreza extrema.
Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), con la llegada del coronavirus, irónicamente, también se presenta la oportunidad de mejorar un segmento específico del sistema financiero mundial que representa más del 5% del producto interno bruto de por lo menos 60 países de ingresos bajos y medianos, una cifra que representa más del total de la inversión extranjera directa o la asistencia oficial para el desarrollo que otorgan los gobiernos.
"Independientemente de que la recuperación posterior al virus sea o no más rápida de lo previsto, la pandemia mundial ha puesto de manifiesto las vulnerabilidades del sistema mundial de remesas", dijo Gilbert F. Houngbo, presidente del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola, un organismo especializado de las Naciones Unidas en Roma.
"Por eso es el momento de arreglar estas vulnerabilidades sin importar cuál sea el escenario económico", dijo el funcionario.
Según el Banco Mundial, las remesas destinadas a los países de bajos y medianos ingresos alcanzaron el año pasado la cifra récord de 554,000 millones de dólares. Estas cifras se lograron gracias a que 200 millones de trabajadores migrantes en 40 países ricos enviaron fondos a sus hogares que sirvieron para mantener a 800 millones de personas en más de 125 países en desarrollo.
Houngbo dijo que la mitad de las familias que recibieron los envíos viven en zonas rurales donde las remesas tienen más importancia.
Sin embargo y con la aparición de la pandemia del coronavirus, el Banco Mundial proyecta que las remesas internacionales disminuirán en un 20%, o de 110,000 millones de dólares, a 445,000 millones de dólares. Esta situación podría arrastrar a decenas de millones por debajo del umbral de la pobreza y, al mismo tiempo, obstaculizar los progresos para alcanzar el Programa de Desarrollo Sostenible de 2030.
El experto del Fondo explicó que no se prevé que las remesas vuelvan a los niveles anteriores a la pandemia hasta dentro de algún tiempo y que no espera que durante 2021 se produzca una recuperación en forma de V, por lo que los ahorros se reducirán y empeorarán las condiciones locales.
"Aunque la reducción de las remesas no se producirá de un modo uniforme en todas las familias, ni en todos los continentes, las repercusiones en la sociedad serán considerables y duraderas", dijo.
En respuesta, Suiza y el Reino Unido, a los que se sumaron varios otros Estados miembros de la ONU, el Banco Mundial, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y otros organismos de las Naciones Unidas y grupos industriales- emitieron el 22 de mayo un "llamado a la acción" de ámbito mundial para garantizar que los trabajadores migrantes y las comunidades de la diáspora sigan enviando dinero a la vez que se mejora el sistema de remesas.