Imagen referencial / Cortesía

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Jóvenes nicaragüenses aceptaron una reducción de hasta el 42% de su salario ante la pandemia

La reducción de salarios y la suspensión temporal han sido las opciones de las empresas para sobrevivir a la crisis sanitaria


Una encuesta realizada por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) a 12 mil jóvenes en 112 países, entre 18 y 29 años, reveló que 1 de cada 6 jóvenes han perdido su empleo a causa de esta crisis sanitaria mundial.

Vinicius Carvalho Pinheiro, director regional de la OIT para América Latina y el Caribe, señaló que esta organización prevé que la desocupación de los jóvenes alcance hasta un 26 por ciento en los países de América Latina.

“Sabemos que, por ejemplo, la informalidad en la región afecta al 60 por ciento de los jóvenes, 6 de cada 10 son informales, y con las políticas que se han puesto en marcha para combatir el Covid-19, sabemos que el 80 por ciento de los trabajadores informales han visto la casi desaparición de sus ingresos, por supuesto que se refleja también en los más jóvenes”, aseveró Carvalho.



Estos datos han inquietado al sector privado de Nicaragua, cuya fuerza laboral está compuesta en buena parte por jóvenes, manifestó José Adán Aguerri, presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep).

Los jóvenes en Nicaragua se enfrentan a un futuro cada vez más incierto. Además del contexto sociopolítico que ha afectado la economía y los empleos en los últimos dos años, ahora se enfrentan a una pandemia que amenaza con dejarlos sin trabajo.

“Nuestros jóvenes se desarrollan en sectores que han sido duramente golpeados, nuestros jóvenes están en atención al público, en prestación de servicios, están en ventas y estos son sectores que han sido de los más golpeados con la caída de la economía”, admitió.

Aguerri detalló que en relación al resto de jóvenes que aún conservan sus trabajados, el 42 por ciento han visto reducido sus salarios.

Esto ha provocado que los puestos de trabajo generan ingresos aún más precarios que antes.

“Para mantener el empleo, ellos han contribuido a la sostenibilidad del empleo en las empresas aceptando una reducción de ingresos que ha sido una de las herramientas que se ha visto en el mundo entero para poder preservar la mayor cantidad de empleo posible”, explicó Aguerri.

De acuerdo con la encuesta de la OIT, otro de los efectos que se logró identificar de la pandemia es que el 50 por ciento de los jóvenes en América Latina tiene riesgo de sufrir episodios de ansiedad y depresión por la falta de empleo, de hecho, un 17 por ciento ya sufre algunos de estos padecimientos.

Aguerri aseguró que en el caso de la empresa privada de Nicaragua la “parte de los proyectos que se están trabajando con los organismos multilaterales, están enfocados en la creación de empleos para los jóvenes”.

La pérdida del empleo y sus efectos post pandemia, no son la única preocupación de la OIT, también la informalidad y la inactividad que puede dejar la crisis sanitaria a los jóvenes en América Latina y el Caribe.

Los resultados de la encuesta de la OIT también revelan que unos 23 millones de jóvenes en la región latinoamericana contabilizan dentro de los llamados jóvenes “NINI”, es decir que no están ni estudiando ni trabajando.

Sobre la continuidad de la educación y formación profesional de los jóvenes en este contexto, el representante regional de la OIT, comentó que “una encuesta global demuestra que, desde el inicio de la pandemia, más de 70 por ciento de los jóvenes que estudian, tuvieron que parar o abandonar (sus estudios) y se vieron afectados diversamente por el cierre de escuelas, el cierre de instituciones, algunos si pasaron la educación a distancia, pero todavía no es algo que tiene una amplitud muy generalizas en nuestra región”.