Sanciones contra el Gobierno dificultaron acceso a nuevos préstamos, dice funcionario
En 2020, la Asamblea Nacional aprobó 11 préstamos internacionales.
Bayardo Arce, asesor para asuntos económicos, reconoció que el Gobierno de Nicaragua enfrentó varias dificultades para adquirir en 2020 nuevos financiamientos internacionales.
Según Arce, el obstáculo se centraba en que Nicaragua había recibido una serie de sanciones económicas y políticas que no permitían que los organismos aprobaran las solicitudes de estos recursos, entre ellas la Nica Act.
"Acá el boqueo norteamericano ha sido duro. Por ejemplo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) nos tuvo casi todo el año con técnicas para no ceder a la aprobación de préstamos porque Estados Unidos los presionaba, sin embargo, sí nos aprobaron el primer tramo de 186 millones de dólares para atender la emergencia de la pandemia del coronavirus en el país", señaló el funcionario.
El FMI justificó el desembolso de este dinero en que el impacto de la pandemia, sumada a una recesión de dos años en Nicaragua y una severa restricción en el financiamiento, “han agregado tensión a un panorama macroeconómico debilitado".
Por la situación sociopolítica de 2018 y los señalamientos de violaciones de derechos humanos, a varios funcionarios de gobierno y allegados del presidente Daniel Ortega fueron objeto de sanciones.
El diputado opositor Walter Espinoza aseguró que dos de las oportunidades que se le presentaron al Gobierno para lograr acceder a préstamos internacionales fue en marzo cuando llegó la pandemia del coronavirus y luego tras los severos daños que dejaron los huracanes Eta - Iota tras su paso por el país.
Algunos de los préstamos aprobados a mediados del año fueron condicionados para el Gobierno por la falta de confianza que existe de la ejecución de los recursos.
En 2020, la Asamblea Nacional aprobó 11 préstamos internacionales que representó para Nicaragua un desembolso total de 784.8 millones de dólares.
El Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) entre otros fueron los acreedores de los nuevos préstamos para el país.