Indec solicita que se actualicen rubros "defasados" en la canasta básica
Estiman el alquiler mensual de una casa para 6 personas en 900 córdobas, cuando su valor real sobrepasa los 100 dólares.
La realidad económica de Nicaragua ha experimentado cambios significativos en las últimas décadas, marcados por una inflación creciente y un mercado cada vez más dolarizado. Sin embargo, la canasta básica oficial del país, establecida hace años, no ha logrado mantenerse al día con algunos cambios, según el Instituto Nacional de Defensa al Consumidor (Indec).
La canasta básica en Nicaragua se estableció oficialmente en los años ochenta y ha sido un indicador clave para medir el costo de vida en el país. Pero, los precios de varios productos y servicios incluidos en esta lista, como el alquiler de viviendas y el costo de la energía, han quedado desfasados respecto a la realidad actual.
Por ejemplo, mientras la canasta básica estima un costo de alquiler mensual de 900 córdobas para una familia de 6 integrantes (4 adultos y 2 niños), Ricardo Vázquez, jefe de capacitación del Indec, señala que en las zonas urbanas este monto supera ampliamente los 150 dólares, reflejando una dolarización significativa del mercado inmobiliario.
Este desajuste no se limita solo al alquiler. Los precios de otros servicios esenciales, como la energía, también han aumentado considerablemente. El costo del kilovatio hora, que hace unos años se situaba en torno a los cinco córdobas, ahora supera los siete córdobas, lo que ha incrementado el gasto en servicios básicos para las familias nicaragüenses. Este aumento de precios también afecta a productos como el vestuario, con una camiseta que ahora puede costar hasta 300 córdobas, una cifra que contrasta con los valores anteriores incluidos en la canasta básica.
El Indec ha resaltado además la necesidad de revisar productos que ya no son accesibles o no se encuentran en el mercado, como el desodorante nacional, que en su momento era una opción económica, pero que ahora ha desaparecido de las estanterías, obligando a los consumidores a optar por otros productos.
Frente a esta situación, el Indec ha propuesto una serie de medidas para mitigar el impacto de los altos costos en los consumidores. Una de las iniciativas clave es la congelación de precios de al menos 10 productos esenciales de la canasta básica, una propuesta que ha sido presentada a las autoridades gubernamentales en busca de estabilizar los precios y proteger el poder adquisitivo de las familias. Sin embargo, a pesar de estas propuestas, la canasta básica sigue mostrando una tendencia al alza, impulsada por la fluctuación de precios en el mercado.
La necesidad de una actualización de la canasta básica es cada vez más evidente, ya que el desfase entre los precios oficiales y los costos reales de los productos y servicios esenciales pone en riesgo la capacidad de las familias para cubrir sus necesidades básicas.