Yohany López

Yohany López

Jóvenes artesanos se reinventan y le hacen un tour a los visitantes en sus talleres

En San Juan de Oriente, los visitantes tienen la oportunidad de ver cómo se elabora una pieza.


Reinventarse es una de las características que mantienen, entre sí, las nuevas generaciones de artesanos en el municipio de San Juan de Oriente, en Masaya, Nicaragua.

Stalin Cano, es un hábil artesano que creció en esta meca de producción de artesanías de barro, cerámica, utilería y más. Recuerda que inició jugando y en su adolescencia perfeccionó la técnica.

Y es que Cano, es solo uno de muchos jóvenes que identifican la oportunidad de hacer algo nuevo en sus talleres y no precisamente al diseño, sino brindar a los turistas el espacio para que vivan la experiencia de ver cómo se elabora una pieza de barro o bien, que ellos mismos realicen sus intentos.

Si de realización se trata, la técnica para elaborar artesanías en barro pareciera sencilla, pero requiere fuerza, coordinación y precisión entre los brazos, piernas y la conexión con la mente que diseña la figura a preparar.

“Primero se amasa la mezcla de barro y hay que cerciorarse que no tenga burbujas de aire. El barro lo traemos de rocas que se ponen a remojar por 4 semanas y que luego se mezclan con arena fina que encontramos cerca del Lago Cocibolca, esto para darle más elasticidad a la masa”, explica Cano quien se ha perfeccionado en el diseño de utilería como tasas, bandejas, ollas y demás en barro para uso doméstico.

Sus calles

Un recorrido en este municipio es una evidencia del potencial artístico que estas familias han mantenido durante generaciones al elaborar sus obras en cualquier representación como barro, madera, cerámica, pinturas.

Desde que se ingresa por la vía principal de este municipio, el color, la historia y las estatuas precolombinas cautivan a sus visitantes. En primera instancia, una especie de anfiteatro municipal lo recibe con una historia pictórica del asentamiento de esta población.

Cano, en su jornada como artesano, narra a la perfección el significado de cada pintura en ese espacio municipal, y por mencionar algunos casos, los pies, que es la forma tradicional cómo se prepara aún el saco de este compuesto.

“También está el horno en honor a la forma como se cuecen las piezas y los días que requieren para poder acabar, ya que aquí todo el trabajo es a mano y a la creatividad de nuestros artesanos que se van perfeccionando en técnicas cada vez más”, asegura el entrevistado.

Sus calles también son el reflejo de amor por lo cotidiano del país, ya que existen una serie de murales en calles alternas a la iglesia católica que dejan entrever la calidad de sus artistas.

Datos oficiales del Banco Central de Nicaragua (BCN), actualizados hasta 2015, muestran que solo en San Juan de Oriente, en Masaya a esa fecha existían 254 establecimientos dedicados a la producción de cerámica, lo que equivale el 70 por ciento del total de negocios en esa municipalidad.

Asimismo, esta es, según el BCN, la actividad económica que más empleos generaba, para una suma de 457 puestos y que vistos desde el enfoque de género, 242 eran hombres y 215 mujeres.

Nacionales como extranjeros

Y es que uno de los enfoques según Cano es que se retome ser un referente para los turistas y que en ese sentido los nacionales también pueden incluir en la lista de sitios a visitar, la experiencia de un pueblo artesano con historia en cada esquina y deje de ser visto como una localidad de paso.

De acuerdo a las estadísticas del Instituto Nicaragüense de Turismo actualizadas hasta 2021, del total de extranjeros que pernoctaron en ese año, solo el 21.7 por ciento visitó mercados de artesanías, sin especificar ubicación geográfica.

Asimismo, las estadísticas oficiales muestran que en ese mismo año solo el 9 por ciento de los extranjeros que ingresaron al país, visitó los considerados Pueblos Blancos.

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