Parte del equipo que se dedica a elaborar los ricos nacatamales. / Guillermo Rodríguez

Parte del equipo que se dedica a elaborar los ricos nacatamales. / Guillermo Rodríguez

Hasta 1,600 nacatamales vende en la semana este emprendimiento familiar

Este plato tradicional es buscado por clientes de varias partes del país, comenta su propietaria.


A lo largo de 27 años, doña Estela López, ha logrado sostener su emprendimiento de nacatamales con el que empezó a elaborar 200, luego de observar que la demanda de este producto incrementaba, la producción también aumento hasta lograr comercializar 1,600 nacatamales semanalmente.

A doña Estela no le tiembla el pulso para decir que todos sus nacatamales se venden al detalle y al por mayor, sus clientes provienen de varias partes del país, debido a la buena fama que ha alcanzado este emprendimiento conocido como “Nacatamales Estela”, y que ha logrado conquistar el paladar de sus exigentes consumidores.

“Nuestros clientes vienen de Mateare, Nagarote, la Paz Centro y Masaya, aquí traen las camionetas para llevarse su producto, gracias a Dios”, añade la emprendedora que habita en Ciudad Sandino.

Pero para poner este plato típico nicaragüense en la mesa de sus clientes, el proceso es todo un desafío, comenta López.

“Desde el miércoles comenzamos a trabajar en la elaboración de los nacatamales, nos levantamos a las tres de la mañana para preparar y tener todo el fin de semana”, agrega.

A lo largo de 27 años, doña Estela López, ha logrado sostener su emprendimiento de nacatamales./ Guillermo Rodríguez

Negocio familiar

En este emprendimiento, trabajan ocho personas, todas familias de doña Estela, cada uno desempeña diferentes funciones, desde las compras de insumos hasta colocar los nacatamales en los ocho barriles con los que disponen para su debida cocción.

“La mayoría, son familia, mi hija, mis nietos y bisnietos, todos trabajan para llevar el sustento a su hogar, pero no acostumbro a contratar personas ajenas a la familia”, resalta.

Estela Vallejos, hija de doña Estela, dijo que desde muy pequeña comenzó a trabajar con su mamá asegurando que ha sido un proceso difícil, pero que al día de hoy se mantiene gracias al esfuerzo de todos.

“Nos gusta este trabajo, ha sido algo que ella nos ha enseñado y la lucha día a día es esa tratar de ser mejor con el paso del tiempo y siempre darles a nuestros clientes calidad", refiere.

Vallejos se especializa en dar la mejor sazón a la masa, porque el arte del buen nacatamal está en la masa. “Lo que a mí me gusta es darle ese punto a la masa que es 100 por ciento de maíz, porque ese es el secreto de un buen nacatamal”, comenta.

Lester Vallejos, se encarga de los amarres y armar las hojas, que al final del proceso deben dar una buena presentación a los nacatamales.

“Hay muchas cosas que hacer aquí, lo importante es que nos organizamos y como todos somos familias trabajamos unidos en una misma dirección”, apunta.

Considera que este emprendimiento le ha ayudado mucho en su aprendizaje por la vida y espera que siga transmitiéndose de generación en generación.

Costo de los insumos

El precio de los insumos para preparar nacatamales en los últimos años ha incrementado, cuenta López. “El lillo de la hoja para cubrir el nacatamal estaba escasa, siempre nos vendían a 400 córdobas, hasta aumentar en 700”, añade.

La emprendedora, afirma que compran la libra de cerdo en 100 córdobas, el tocino a 70 y el balde de manteca a 900.

A raíz de estos incrementos, doña Estela, también aumento el precio del nacatamal, pasando de 60 a 65 córdobas, sin embargo, si el cliente es mayorista, el valor se mantiene en 60 la unidad.

Si usted desea degustar de estos nacatamales, puede visitar este emprendimiento, en Ciudad Sandino, de donde fue la parada de Las Palmeras, una cuadra al sur, media al este.

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