Familia granadina inició negocio de calzado con 3 mil córdobas
Microempresa en 2024 logró colocar unos 52 mil pares de zapatos en Nicaragua y Costa Rica.
José Javier Ramírez pasó de una pequeña máquina de coser y seis pares de hormas de zapatos, a tener su propia microempresa familiar dedicada a la fabricación de calzado, la que se ha convertido en todo un referente del rubro en esta industria en Nicaragua.
Este dueño de negocio familiar cuenta que comenzó su emprendimiento en 2016 con el apoyo de su madre, quien que le otorgó un capital de 3 mil córdobas, lo que le permitió elaborar sus primeros pares de zapatos que ofertaba de forma ambulante en las calles con la ayuda de su hijo Javier Ramírez.
“Mi hijo siendo pequeño tenía la idea de que pusiéramos una zapatería, apenas tenía 13 años y Dios comenzó a través de él a trabajarme, a decirme que hiciéramos zapatos y yo le decía, ‘pero ¿quién lo va a ir a vender?’ Siempre dijo que él estaba dispuesto”, comentó.
La madre de José Javier, Auxiliadora Arias, cuenta que este y su nieto comenzaron a trabajar en varios talleres, pero su idea era ser sus propios jefes en algún momento.
“Yo recogí un centavito, eran mis ahorros, 3 mil córdobas, que en ese momento eran mucho, con eso compró sus seis pares de hormas y su primera máquina, pero yo confié desde el primer momento en ellos, porque siempre que necesitaban para el cuero yo les ayudaba, me volví como su socia mayoritaria”, mencionó Arias, quien ahora a pesar de estar retirada en casa, diariamente llegar al taller a colaborar en lo que se pueda.
Nicaragua y Costa Rica son su nicho de mercado
Su constancia y dedicación, le permitieron a José Javier establecer El Taller Calzado Ramírez, donde desde hace nueve años ha logrado emplear a un equipo de 14 artesanos que han trabajado un catálogo de 600 estilos de zapatos que se comercializan en Nicaragua y Costa Rica.
“Nosotros trabajamos con un diseñador que él nos ha diseñado más de 600 estilos, vos sabés que esto es moda y tenemos que estar innovando”, puntualizó Javier Ramírez, hijo de José Javier y copropietario del negocio.
“Hoy en día no contamos solo con zapatos de colegio, contamos con botines puntas de acero, botines elegantes y las estadísticas del 2024 dicen que colocamos 52 mil pares de zapatos, la meta es aumentar un 10 por ciento este año primeramente Dios, tanto acá en Nicaragua como en Costa Rica”, destacó.
Fuente de empleo en Granada
La mayor satisfacción de padre e hijo es ser una fuente de empleo para artesanos de cuero y calzado en Granada, puesto que han logrado frenar el deseo de migrar en varios de ellos, según José Javier.
“Yo los invité a los conocidos, a nuestro proyecto, vinieron y pues se fajaron con nosotros y ya proveemos trabajo a 14 cabezas de familia que son directos, que están con nosotros, pero indirectamente están las otras personas en tiendas y que venden nuestro producto”, finalizó.
A futuro, la meta de este negocio familiar es expandirse a nivel nacional, con la creación de sus propias tiendas en centros comerciales del país.