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Importancia del enfoque espiritual en la crianza positiva

La espiritualidad es el aprendizaje, el crecimiento y la crianza desde el respeto y el amor.


El enfoque espiritual en la crianza positiva es clave en el desarrollo de las niñas, niños y adolescentes. Fortalecer el modelo de la maternidad y paternidad con ternura también, por ello, World Vision Nicaragua impulsa el proyecto Discipulado Cristiano con el objetivo de que las familias puedan adoptar la ternura de Dios y fortalecer la fe.

“Es una iniciativa internacional, este año se sumaron Nicaragua y Guatemala. Tiene una duración de 5 años y esperamos seguir avanzando en esta propuesta que busca trabajar con padres de familias, iglesias y menores, para poder contribuir a la nutrición espiritual”, indicó Cristina Centeno, coordinadora del proyecto en este país.

Centeno agregó que las familias juegan un papel fundamental en la crianza, por lo que este proyecto amigable busca ser ese complemento integral.

“El abordaje espiritual es muy importante, por ello, este 2022, pretendemos alcanzar aproximadamente a 22 mil niños, niñas y adolescentes, a través de nuestros socios preferenciales que son las iglesias, implementando diferentes herramientas y metodologías de enseñanza”, compartió.

Nohemy Flores, lideresa religiosa, subrayó que la espiritualidad fortalece esas capacidades de autocuido en los menores.

“Les enseñamos a través de la palabra de Dios cómo desarrollar la empatía, la amistad, el amor; los niños han aprendido que a través de la oración pueden apoyar a personas que no conocen, como los menores que están en los semáforos, los ancianos, entre otros”, apuntó.

Por su parte, Gabriela Narváez, especialista certificada en Disciplina Positiva, manifestó que a veces a los padres les cuesta identificar cómo integrar la espiritualidad en nuestros hijos, por ello, compartió dos herramientas de crianza positiva que calzan perfectamente.

“Una de ellas es el rincón de la calma o tiempo fuera positivo, para las familias que son religiosas, pueden montar un espacio, para que los niños puedan encontrar esa calma a través de la palabra de Dios, orar por los demás, pero también por uno mismo”, refirió.

Otra de las herramientas es tomar el error como un espacio de aprendizaje. “Cuando le damos la vuelta a ese error, podemos reflexionar, Dios nos da ese espacio de equivocarnos, pero también de orar, de pedir un cambio”, enfatizó.

Narváez resaltó que la espiritualidad es el aprendizaje, el crecimiento y la crianza desde el respeto y el amor.