La duquesa de Sussex, Meghan Markle, reveló haber perdido su segundo hijo producto de un aborto espontáneo en julio pasado, según un artículo de opinión publicado en The New York Times.

Según el relato de la duquesa, mientras cambiaba a su hijo Archie Harrison Mountbatten-Windsor sintió un “calambre agudo” lo que la alertó en que algo iba mal con su cuerpo.

“Me dejé caer al suelo con él en mis brazos, tarareando una canción de cuna para mantenernos a los dos tranquilos, la alegre melodía contrastaba con mi sensación de que algo no estaba bien”, cuenta.

La exactriz dijo que “sabía, mientras abrazaba a mi primer hijo, que estaba perdiendo al segundo”.

El artículo continúa explicando cómo vivió este duro episodio en su vida junto a su esposo, el príncipe Enrique de Inglaterra.

“Me acosté en una cama de hospital, sosteniendo la mano de mi esposo. Sentí la humedad de su palma y besé sus nudillos, húmedos por nuestras lágrimas. Mirando las paredes blancas y frías, mis ojos se pusieron vidriosos. Traté de imaginar cómo sanaríamos”.

La duquesa de Sussex indicó que perder un hijo es un dolor insoportable, experimentado por muchos, pero del que poco se habla.

Reflexiones del 2020

En la columna de opinión titulada “The Losses We Share” (Las pérdidas que compartimos), Markle comparte su análisis sobre grandes acontecimientos que han tenido lugar este 2020: la pandemia del coronavirus, el racismo y el aumento de la violencia policial.

“Nos estamos adaptando a una nueva normalidad en la que los rostros quedan ocultos por máscaras, pero nos obliga a mirarnos a los ojos, a veces llenos de calidez, otras de lágrimas. Por primera vez, en mucho tiempo, como seres humanos, realmente nos estamos viendo (…) ¿estamos bien? Lo estaremos”, finaliza Markle.