La Sirenita: Un tímido tributo que sorprenderá
Esta película se trata de un ligero matiz que la diferencia de película del año 1989.
Género: Fantasía /Cine Familiar/Musical
Duración: 2 horas
En “La Sirenita”, de Rob Marshall, Ariel (Halle Bailey) tiene una enorme curiosidad por el mundo de la superficie. También, una necesidad primaria por descubrir sus secretos y las diferencias que guarda con el reino submarino en el que nació.
El guion de Jane Goldman y David Magee se esfuerza por mostrar que la principal emoción del personaje es el entusiasmo por todo lo que acontece más allá del mar y de su hábitat natural.
Esta película se trata de un ligero matiz que la diferencia de película del año 1989. Si la original dejaba entrever que el corazón idealista de su protagonista buscaba el amor, en esta ocasión, desea conocimiento.
En “La Sirenita” de Rob Marshall, la más joven de las hijas de Tritón (Javier Bardem) está buscando un propósito.
La Sirenita del Director Marshall, es el mejor live action hasta ahora. Pero esto no quiere decir que haya superado por completo los problemas de una estética a la cual le hizo falta una estética genérica, pienso que su apartado visual está bien hecho, las actuaciones son sólidas, la película en sí, tiene un ritmo que hace más obvio su final, el cual resulta siendo predecible y plano.
El mundo submarino en que habita Ariel es un poco deficiente en relación al clásico original y tiene algunos problemas claros de iluminación.
También sé que se hace evidentemente difícil trasladar a los queridos personajes de la narración original a una imagen realista y más palpable ante nuestros ojos que están acostumbrados a ver otra cosa y sin duda, es Halle Bailey el punto más vital en una película correcta y bastante arriesgada ante tanta crítica y mitificación del personaje principal.
La actriz imprime a su papel en “La Sirenita” un aire indómito y firme que sorprende durante las primeras secuencias de esta cinta. Esta trama dedica tiempo a profundizar en los vínculos que unen a la protagonista con su mundo y contexto. Javier Bardem encarna a un rey que, sin caer en lo autoritario, tiene una profunda conexión con el océano y rige con una sabiduría antigua. No obstante, el guion sugiere una cierta oscuridad que es muy notorio en el primer enfrentamiento que sostiene con Ariel.