Cortesía
“La Cuatro” de Sábado Gigante relata cómo fue su salida del programa
La comediante chilena fue uno de los rostros más populares y queridos de la televisión.
La comediante chilena, Gloria Benavides, se ganó el cariño del público con su divertido personaje de “La Cuatro”, el cual interpretó durante muchos años en el show de Univision que condujo Don Francisco.
A su 76 años, asegura estar pasando por un excelente momento de su vida con tiempo para hacer todo lo que quiere, así lo contó a CNN Chile. “Nunca más la hice. Fue demasiado fuerte la experiencia de la despedida”, cuenta este personaje, que se convirtió en los rostros más populares y queridos del programa.
Sobre su salida en el 2015, resalta que “fue como si se me hubiera abierto el piso, como que caí en una tristeza profunda”. También reveló detalles de su vida actual, donde sus 9 nietos tienen un gran protagonismo.
“Yo tenía un equipo de gente que trabajábamos juntos tantos años, como 60 personas que trabajaban, quedaron 60 hogares sin trabajo. Cuando nos íbamos despidiendo por una alfombra roja íbamos hacia un bus que decía “hasta siempre” y habíamos prometido que nadie iba a llorar para que no fuera un programa de lágrimas”, relata.
Algo que nunca olvidará es cuando la gente gritaba “no te vayas Cuatro”, “Cuatro te queremos” “y toda la gente llorando, me estiraban los brazos y yo tragando fuerte. Cuando iba llegando al bus ya no pude más, me acuerdo y me da mucha pena", se sinceró.
Resalta que no ganaba un gran sueldo, a pesar de su éxito. "No tenía sueldo de estrella. A mí me contrató Univision y entonces tenía un rol como puede tener un oficinista. En Estados Unidos la gente paga por aparecer en pantalla. Yo acepté los términos de Univision y una vez pedí un aumento y me dijeron “la puerta es muy ancha y cuando se cierra es muy difícil volver a entrar”.
Pese al bajo salario, confiesa que logró varias cosas, como la compra de su casa, pagar los créditos hipotecarios y pagar universidad.
La comediante nunca más volvió a interpretar a La Cuatro. "Fue demasiado fuerte la experiencia de la despedida, fue muy violento, entonces mandé a arreglar la peluca donde la mandaba siempre con todos sus aceites y sus cosas, porque era pelo humano, y ahí está guardada tal cual con su moño, y nunca más la hice".
Actualmente, sigue trabajando en su Chile natal mientras disfruta de su familia. "Estoy pasando por un excelente momento de mi vida con tiempo para hacer todo lo que quiero", dice. "Si me llama mi nieto y me dice 'Lita, ¿tienes tiempo para un café?’ Por supuesto, aunque tenga algo que hacer".
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