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Mundo de los influencers de luto tras la muerte de El Pinky
Era conocido por su canal de YouTube "Los Plebes de Barrancos".
El mundo de los influencers ha sido nuevamente golpeado por la tragedia, esta vez con la pérdida de una de sus figuras más jóvenes. Agustín Paul, conocido en redes sociales como El Pinky, fue privado de la vida a los 22 años en su ciudad natal, Culiacán, Sinaloa.
El cuerpo de El Pinky fue encontrado sin vida en la madrugada del viernes en la zona de La Costerita, al sur del sector Barrancos, según un reporte policial que recoge El Sol de México. La investigación preliminar indica que el youtuber tenía heridas de arma de fuego en el cuerpo, y su cadáver fue hallado con los pies y las manos amarrados a la espalda, lo que sugiere un acto de extrema violencia.
El portavoz del gobierno estatal de Sinaloa, Feliciano Castro Meléndrez, expresó su pesar por el trágico suceso, afirmando que "toda vida humana que se ve justamente agraviada por la violencia, por supuesto que lo lamentamos. Toda vida implica un agravio a la humanidad, independientemente de las circunstancias de quien se trate".
El Pinky era conocido por su canal de YouTube "Los Plebes de Barrancos", el cual contaba con casi 100,000 suscriptores. En su canal, el joven se dedicaba a crear contenido de entretenimiento, bromas y retos virales, ganándose el cariño de su audiencia.
Uno de los personajes más recurrentes en sus videos era su gran amigo, "Gordo Peruci", quien también fue asesinado a balazos en la misma zona hace tan solo un mes.
Aunque las autoridades manejan la hipótesis de un ajuste de cuentas o una venganza, la investigación continúa. Cabe destacar que la zona en la que fue hallado El Pinky es conocida por ser un foco de violencia relacionado con las bandas criminales y los enfrentamientos entre cárteles.
La muerte de El Pinky ha dejado consternado al mundo de los creadores de contenido y a sus seguidores, quienes lamentan profundamente su partida.
El trágico suceso es un recordatorio del contexto de violencia que sigue azotando ciertas regiones del país y cómo, incluso en los entornos virtuales, la violencia se cruza con la vida real de muchos jóvenes.
