Mamoplastía de aumento: historia, tipos y beneficios
Muchos han escuchado hablar de la mamoplastía de aumento, pero no sabemos de dónde se origina este tipo de cirugía estética, por eso hoy te contaremos un poco de la historia de los implantes de seno. Desde 1895 se ha utilizado este tipo de cirugía estética, la cual tiene como objetivo aumentar el tamaño del seno. El injerto conocido más temprano fue procurado por Carl Czerny, utilizando un tejido propio de una mujer, obtenido de un lipoma un tipo de tumor benigno de su espalda. En la historia reciente, varias cremas y medicamentos se han utilizado como tentativa para aumentar el tamaño del busto. El aumento de volumen de la mama no contó con una técnica fiable hasta 1962 cuando Cronin y Gerow idearon los primeros implantes de mama, que fabricó Dow Corning. Consistían en unas bolsas de lámina de silicona rellenas de aceite de silicona de grado médico. Tecnológicamente los implantes de mama han evolucionado mucho, pero en esencia la idea sigue siendo la misma. Sin embargo, en 1992 hubo una alarma a nivel internacional ya que se creyó que estas prótesis provocaban enfermedades de auto-inmunidad y aunque posteriormente ésta teoría se demostró infundada, tuvo como resultado que Estados Unidos prohibiera su uso durante 14 años, por lo cual se utilizaron las prótesis rellenas de solución salina. El implante de prótesis de mama es una intervención relativamente sencilla y una de las más comunes en cirugía estética. Según la Asociación Estadounidense de Cirujanos Plásticos, el aumento de pecho es el tercer procedimiento de cirugía estética más realizado en los Estados Unidos, con 291,000 intervenciones de este tipo en 2005, y en Nicaragua toma un promedio del 99%, siendo el más utilizado por las mujeres el implante de Silicona.