El Papa Francisco / Cortesía

El Papa Francisco / Cortesía

Papa Francisco en misa de Domingo de Ramos: En estos días santos pongámonos ante el Crucificado

Por primera vez, la misa de Domingo de Ramos se celebró sin público a causa del coronavirus


El Papa Francisco ofició hoy desde la Plaza de San Pedro en el Vaticano, la misa del Domingo de Ramos, que da comienzo a la Semana Santa.

Por primera vez en la historia, esta ceremonia se celebra sin la presencia de fiesles católicos debido a las restricciones impuestas por las autoridades a causa de la pandemia del coronavirus.

Durante la eucaristía el Papa Francisco recalcó que en estos momentos las certezas "se desmoronan" y las expectativas son traicionadas.

“Miren a los verdaderos héroes que salen a la luz en estos días. No son los que tienen fama, dinero y éxito, sino son los que se dan a sí mismos para servir a los demás. Siéntanse llamados a jugarnos la vida. No tengan miedo de gastarla por Dios y por los demás: ¡La ganaremos! Porque la vida es un don que se recibe entregándose. Y porque la alegría más grande es decir, sin condiciones, sí al amor. Como lo hizo Jesús por nosotros”, fue el conmovedor mensaje del Papa Francisco este Domingo de Ramos.

El Domingo de Ramos es la primera celebración litúrgica de Semana Santa y normalmente se hace con una procesión de peregrinos con palmas de olivo, sin embargo en la mayoría de las iglesias del mundo la misa ha sido a puertas cerradas debido a la pandemia de coronavirus, que ya deja más de 60,000 muertes.

“Procuremos contactar con el que sufre, el que está solo y necesitado. No pensemos tanto en lo que nos falta, sino en el bien que podemos hacer. El drama que estamos atravesando nos obliga a tomar en serio lo que cuenta, a no perdernos en cosas insignificantes, a redescubrir que la vida no sirve, si no se sirve. Porque la vida se mide desde el amor. De este modo, en casa, en estos días santos pongámonos ante el Crucificado, que es la medida del amor que Dios nos tiene”, aseveró el pontífice.


En Nicaragua, el cardenal Leopoldo Brenes, presidente de la Conferencia Episcopal del país y arzobispo de Managua, celebró la misa de Domingo de Ramos a puertas cerradas en la Catedral Metropolitana de la capital.