OEA no renovará contrato de Abrão como secretario de la CIDH

El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, no renovará el contrato de Paulo Abrão como secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), organización que ha considerado esta decisión como un ataque directo a su independencia dentro del sistema interamericano.

A través de un comunicado, la OEA aseguró que la decisión de no renovar el mandato de Abrão, responde a “decenas de denuncias” en su contra sobre supuestas violaciones de derechos a funcionarios dentro de la CIDH que fueron presentadas ante la Ombudsperson Neida Pérez.

Fuentes declararon a la agencia internacional de noticias AFP bajo anonimato que Abrão supuestamente incurrió en “acoso laboral” y “manipulación de concursos y contrataciones”. Según dichas fuentes, “Almagro no renovó el contrato de Abrão en base a más de 60 denuncias sobre su conducta”; situación que había provocado que varios funcionarios de la CIDH decidieran salir de dicha organización.

“Lamentamos que la CIDH, a pesar de estar en conocimiento de decenas de denuncias, en algunos casos por meses, no haya dado traslado de las mismas a la Oficina del Inspector General para su sustanciación, lo cual debió ser realizado en definitiva por la Secretaría General. Esta falta de tramitación es un duro golpe a su credibilidad. Obviamente, la seriedad y gravedad de las denuncias mencionadas y la necesidad de sustanciar las mismas no ha permitido otorgar el visto bueno correspondiente a esta designación como se hiciera en el año 2016”, señaló la secretaria general de la OEA este martes en un comunicado.

Por su parte la CIDH, no tardó en responder a los señalamientos de la OEA. En un comunicado también publicado este martes, la Comisión informó que el pasado 15 de agosto de 2020, fecha en que se vencía el periodo de Abrão, el secretario general de la OEA, sin consulta previa, informó a la CIDH su decisión de abstenerse “de avanzar en el proceso de nombramiento del secretario ejecutivo” de la CIDH.

“En la práctica se traduce en una negativa a extender el contrato laboral, trámite requerido para dar continuidad administrativa al mandato del Secretario Ejecutivo. La Comisión anuncia a la comunidad internacional que esa decisión unilateral del Secretario General constituye un franco desconocimiento de su independencia y autonomía, que busca la separación de facto del Secretario Ejecutivo, y dejar sin efectos la decisión de renovación adoptada 8 meses antes por la CIDH. No deja de llamar la atención de la CIDH que, durante ese lapso no recibió cuestionamiento alguno por parte del secretario general sobre la pertinencia del procedimiento de renovación”, respondió la CIDH.