El mensaje de despedida de Paulo Abrão como secretario ejecutivo de la CIDH
La OEA decidió no renovarle el mandato a Abrão al frente de la CIDH
Paulo Abrão, quien fungiera como secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), confirmó que la institución no tuvo la formalización administrativa en cuanto a la renovación de su contraro, luego de varias semanas de esfuerzos para que permaneciera en el cargo.
La Organización de Estados Americanos (OEA) expresó en un comunicado que no se renovaría su mandato debido a “decenas de denuncias” contra el funcionario por supuestas violaciones de derechos a trabajadores dentro de dicho organismo.
“Durante esta crisis entre dos de los órganos principales de la OEA mantuve una posición profesional de discreción institucional a pesar de que se inició una campaña de desinformación y declaraciones públicas que afectaron mi reputación y honor”, dijo Abrão en una carta donde hace pública formalmente su salida de la CIDH.
Abrão estuvo en el cargo de secretario ejecutivo de la organización desde 2016. Este año había sido comunicado que seguiría en el puesto por 4 años más, sin embargo, la OEA se opuso a la decisión.
“La CIDH comunicó esta decisión el 9 de enero de 2020 al secretario general y público general. Recién el 15 de agosto de 2020, 8 meses después de la comunicación oficial por parte de la CIDH y el último día del primer periodo de mí mandato, el secretario ejecutivo (de la OEA) le informó al presidente de la CIDH, sin correr traslado a mi persona, su decisión de abstenerse de avanzar con la extensión de mi contrato de trabajo. Justificó su decisión en un informe de la Secretaría de Asunto Jurídicos que le autoriza hacerlo y otro informe de la Oficina de la Ombudsperson en el que se critica mi gestión”, continúa relatando el funcionario.
Según Abrão, el 26 de agosto se le notificó formalmente la decisión de separarlo de su puesto. Dicha decisión, considera, no cumplió con los procedimientos formales de la CIDH.
Paulo Abrão fue parte de la misión de la CIDH que visitó Nicaragua para investigar las muertes ocurridas en el contexto de la crisis sociopolítica que vive Nicaragua desde abril de 2018.