EFE

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Una granja denunciada entregará 150 animales exóticos tras un acuerdo con la Fiscalía de EE.UU.

Como parte del acuerdo, se estableció nunca comprar, vender ni participar de otro modo en el comercio relacionado con animales regulados por la AWA.


Una granja de animales exóticos en Michigan entregará unos 150 animales exóticos, entre ellos kinkajús, canguros, puercoespines, zorros, perritos de las praderas, ardillas terrestres y también lémures de cola anillada, una especie en peligro de extinción, tras un acuerdo con la Fiscalía de Estados Unidos.

El Departamento de Justicia informó este lunes que presentó el acuerdo ante un tribunal federal para saldar la denuncia contra la empresa de Zachery Keeler, conocida como Even Keel Exotics LLC, acusada de violar las leyes sobre Especies en Peligro (ESA, en inglés) y de Bienestar Animal (AWA, en inglés).


Como parte del acuerdo, Keeler acordó además nunca comprar, vender ni participar de otro modo en el comercio relacionado con animales regulados por la AWA, y tampoco solicitar una nueva licencia o registro bajo dicha ley.

La denuncia alega que Keeler violó la ESA al separar de forma ilegal y prematura a una cría de lémur de cola anillada de su madre para que interactuara con el público, y después intentó venderla por 3.500 dólares.

Keeler supuestamente violó la AWA al no proporcionar agua potable ni condiciones e instalaciones seguras y sanitarias para sus animales, o acceso a los inspectores del Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal (APHIS) del Departamento de Agricultura de EE.UU. para que pudieran garantizar la salud y bienestar de sus animales.


"La Ley de Bienestar Animal y la Ley de Especies en Peligro son herramientas importantes para proteger a nuestras especies más vulnerables", dijo el fiscal general adjunto Todd Kim, de la División de Medio Ambiente y Recursos Naturales del Departamento de Justicia.

Según la Fiscalía, Keel Exotics violó los requisitos de cuidado mínimo de los animales en su posesión, no proporcionó el acceso requerido a los inspectores y lastimó ilegalmente a una cría de lémur, una especie protegida en peligro de extinción.