Honduras registra 1.050 presos muertos en los últimos 20 años en sus cárceles
Entre los últimos hechos violentos figura la muerte de 46 mujeres durante una reyerta, seguida de un incendio el pasado 20 de junio, en Cefas.
Más de 1.000 presos han muerto de manera violenta en las cárceles de Honduras desde 2003, denunció este domingo el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh), que registra desde 2019 alrededor de 1.696 quejas de violaciones de los derechos humanos en las prisiones del país.
En las últimas dos décadas, las cárceles de Honduras han sido escenario de incendios, enfrentamientos y amotinamientos, sucesos en los que 1.050 personas fueron asesinadas, indicó el organismo hondureño en un comunicado, con motivo del Día de las Personas Privadas de Libertad, que se conmemora el 24 de septiembre.
Entre los últimos hechos violentos en las cárceles de Honduras figura la muerte de 46 mujeres durante una reyerta seguida de un incendio el pasado 20 de junio, en el Centro Femenino de Adaptación Social (Cefas), cercano a Tegucigalpa.
El Conadeh instó al Estado de Honduras a implementar de manera "urgente" una adecuada gestión penitenciaria, donde exista un mayor control interno y seguridad de los presos y sus familiares.
Además, considera necesario recuperar la gobernabilidad en los centros penitenciarios tomando como eje transversal el respeto a los derechos humanos.
El organismo de derechos humanos registró entre 2019 y el primer semestre de 2023 al menos 1.696 quejas de violaciones de los derechos humanos en las cárceles.
Las denuncias están relacionadas con la falta de atención de salud, abuso de autoridad, hostigamiento, torturas, malos tratos a los familiares de los presos, retraso en la aplicación de justicia, hacinamiento, falta de servicios básicos y violencia, entre otras.
Destacó la importancia de prevenir la tortura, tratos crueles, inhumanos y degradantes en las cárceles y centros de detención.
También hizo un llamamiento a las autoridades hondureñas a investigar todo acto que constituya o pueda constituir un acto de tortura, tratos crueles inhumanos y degradantes, como parte de las obligaciones contraídas por el Estado al ratificar la Convención contra la Tortura y su Protocolo Facultativo.
El sistema penitenciario hondureño está conformado por 25 cárceles, en las que permanecen alrededor de 19.557 personas, de las cuales 18.306 son hombres y 1.251 mujeres.
En la mayoría de las prisiones, con edificios obsoletos, hay hacinamiento, lo que también contribuye a que sean de alta peligrosidad.
El 54 % de los presos están sentenciados, mientras que el 46 % procesados, según datos oficiales.