Alemania recuerda el fallido atentado contra Hitler hace 80 años con la mirada en las amenazas de hoy
En el acondicionamiento murieron cuatro hombres, pero el líder alemán sólo resultó levemente herido.
Alemania homenajeó este sábado a los miembros de la conspiración militar que intentaron asesinar hace hoy 80 años Adolf Hitler con un recuerdo a la resistencia y un llamamiento a permanecer vigilante en un momento en el que la seguridad y la paz en Europa están en peligro por el extremismo y la guerra rusa en Ucrania.
"Nuestra democracia depende de nuestros incansables esfuerzos, del compromiso de todos y cada uno de nosotros", dijo el canciller alemán, Olaf Scholz, en una ceremonia en el patio de honor del Memorial de la Resistencia Alemana, en el Bendlerblock, sede del Ministerio de Defensa.
En el lugar histórico de la conjura -donde el coronel y conde Claus Schenk von Stauffenberg, autor material del intento de asesinato del dictador, fue fusilado la misma noche del fracaso de la "Operación "Valkiria" junto a otros cuatros oficiales- Scholz dijo que la democracia "prospera oponiéndose a todas las formas de misantropía y extremismo".
La resistencia debe seguir viva
"Por eso digo aquí, 80 años después del 20 de julio de 1944, muy claramente: los que luchan contra nuestra democracia se encontrarán siempre con nuestra decidida resistencia", señaló.
Scholz no mencionó a la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), segunda fuerza en el país y primera en el este en las recientes elecciones europeas y cuya cúpula dijo la víspera que Von Stauffenberg y los resistentes del 20 de julio eran "patriotas que creían en el futuro de los alemanes".
El presidente de la Fundación 20 de julio de 1944, Robert von Steinau-Steinrück, rechazó en su discurso "el intento de los populistas y extremistas de derechas e izquierdas, incluidos los motivados por la religión, de instrumentalizar el concepto de resistencia contra nuestra democracia liberal".
"Este intento contradice el objetivo de los hombres y mujeres de la resistencia. Resistieron para restaurar el Estado de Derecho y la libertad", enfatizó.
Scholz, acompañado por el presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, el ministro de Defensa, Boris Pistorius, y familiares y miembros de la fundación, recalcó que, pese a haber fracasado el intento de golpe de Estado, no así "los objetivos unificadores de la resistencia".
De 1944 a 2024
Este mensaje es relevante también hoy "en estos tiempos turbulentos en los que la seguridad y la paz en Europa están en peligro", enfatizó.
El canciller, que recordó que la resistencia no solo fue alemana sino también europea, sostuvo que ahora en 2024 "no podemos celebrar este 20 de julio sin pensar en los valientes ciudadanos de Ucrania que llevan más de dos años resistiendo a la criminal guerra de agresión rusa".
"Una guerra con el objetivo declarado de los gobernantes rusos de conquistar Ucrania y destruirla como país soberano, 79 años después del final de la Segunda Guerra Mundial y 79 años después de la entrada en vigor de la Carta de las Naciones Unidas", apuntó.
"En vista de nuestra responsabilidad ante nuestra propia historia, sólo puede haber un lugar para Alemania en esta situación: al lado de Ucrania", insistió en un aviso a los regímenes autoritarios y en un mensaje de defensa de la paz y libertad.
Scholz cerró su discurso con un llamamiento a la "vigilancia en la defensa de nuestra democracia", que este año celebra los 75 años de la Ley Fundamental y los 35 años de la revolución pacífica que acabó en la reunificación alemana, gracias también al mensaje de valentía que perdura de la resistencia alemana.
Hace 80 años por la mañana Stauffenberg despegó de un aeródromo cerca de Berlín, para llegar a la "guarida del Lobo", el cuartel general fuertemente custodiado de Hitler en la soledad de Prusia Oriental.
Lo que pudo ser y no fue
Stauffenberg y su ayudante, el teniente primero Werner von Haeften, llegaron poco antes de una reunión de situación a las 12.30 horas. El maletín del coronel contenía una bomba con temporizador; la colocó muy cerca de Hitler, que estaba sentado en el centro de la mesa y abandonó la sala con un pretexto.
A las 12.42, la bomba explotó. Stauffenberg y Haeften lo vieron desde una distancia segura y volaron a casa, a Berlín, creyendo que Hitler no podía haber sobrevivido y dispuesto a seguir con su plan de negociar el fin de la guerra con los aliados.
En el atentado murieron cuatro hombres, pero Hitler, sólo resultó levemente herido porque un participante en la reunión había desplazado el maletín con el zapato ligeramente, haciendo que el pesado pie de la mesa se interpusiera entre la bomba y Hitler.
Unas 200 personas fueron ejecutadas o conducidas a la muerte de otra manera tras el fallido intento de golpe de Estado y las familias de los combatientes de la resistencia fueron perseguidas por la Gestapo, la policía secreta de Hitler.