Trump ataca a Imane Khelif y acusa a Harris de querer que hombres jueguen contra mujeres
"Me gustaría felicitar a la joven que transicionó de hombre a boxeadora", dijo el expresidente.
El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump (2018-2021), atacó este viernes a la pugilista olímpica argelina Imane Khelif, a la que tildó de ser un "hombre", y acusó a su rival demócrata, Kamala Harris, de querer "que los hombres participen en deportes femeninos".
"Me gustaría felicitar a la joven que transicionó de hombre a boxeadora", dijo Trump refiriéndose a Khelif, quien fue cuestionada en redes sociales de ser biológicamente un hombre tras un combate durante los JJ.OO. de París contra la italiana Angela Carini, quien abandonó entre lágrimas a los 46 segundos de subir al ring.
El candidato a presidir la Casa Blanca por el bando republicano se dirigió a Carini como "la hermosa boxeadora italiana" que entró al ring sin saber "lo que estaba pasando" y sin contar con que "él (refiriéndose a la pugilista argelina) estaba en el ring".
"Es una locura lo que están haciendo, y esta persona ganó la medalla de oro. Y ella (Harris) lo quiere, quiere que los hombres participen en deportes femeninos", dijo el exmandatario mientras se dirigía a la multitud en un acto de campaña en la ciudad de Bozeman, en Montana.
En un estado donde tiene el voto prácticamente asegurado, el magnate neoyorquino achacó durante su intervención al compañero de fórmula de Harris, Tim Walz, de defender el socialismo y de ser demasiado liberal en cuestiones relacionadas con los niños transgénero.
"Él ordenó que se pusieran tampones en los baños de los chicos" en el estado de Minnesota, donde gobierna. "Esta es su ideología; por eso lo eligió" Harris, aseguró.
Trump aprovechó este acto, que se retrasó una hora y media después de que su avión tuviese que aterrizar de emergencia en Billings por un problema técnico, para darse un baño de masas en un estadio abarrotado de seguidores y con una capacidad para casi 8.500 personas.
El tamaño de las multitudes que amasa Harris tras la renuncia de Joe Biden ha comenzado a preocupar al magnate neoyorquino, que desde que la vicepresidenta se postula a ser la próxima inquilina de la Casa Blanca ha logrado el doble de financiación que su rival republicano, con 310 millones de dólares recaudados al término de julio.
Harris, además, ha sabido aprovechar el estallido de entusiasmo por su candidatura atrayendo a una gran masa de votantes en actos de campaña realizados en los llamados estados bisagra, determinantes para elevar la balanza hacia el lado demócrata o hacia el republicano.