El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos expresó recientemente estar preocupado por la decisión del Gobierno de Nicaragua de dar por concluida la visitar de la Oficina Regional para América Latina de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, equipo que este primero de septiembre anunció que abandona el país.

“Reiteramos nuestra enérgica condena a los actos de violencia, represión, violación de los Derechos Humanos y abusos contra la población de Nicaragua, así como a la persecución selectiva, las detenciones arbitrarias”, señala parte de un comunicado emitido por esta organización.

Asimismo, la institución solicita al Gobierno del presidente Daniel Ortega “la eliminación de los obstáculos que enfrentan el Mecanismo Especial de Seguimiento para Nicaragua (MESENI) y el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), a fin de ejecutar sus respectivos mandatos”.

El 16 de agosto, el GIEI informó en una conferencia de prensa tener dificultades para realizar su trabajo en Nicaragua debido a que no les ha facilitado expedientes y demás datos necesarios para llevar a cabo su investigación.

“Instamos al Gobierno de Nicaragua a que aproveche los buenos oficios disponibles y busque un resultado positivo y constructivo en esta coyuntura crítica”, refiere la OEA.

A continuación el comunicado:

Reacciones internacionales

Para la Unión Europea (UE), la salida del equipo de la ONU "va en contra del objetivo de rendir cuentas por violaciones de derechos humanos y servir a la justicia a las víctimas de la violencia".

Según la UE, las visita de estos organismos expertos en materia de derechos humanos representa una clara oportunidad para restablecer el camino al Diálogo Nacional.

"Esperamos que las autoridades consideren seriamente los hallazgos del informe emitido por el ACNUDH y tomen medidas urgentes para implementar las recomendaciones del informe", señaló la Unión Europea.

Por su parte, para José Miguel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch, “la decisión de Ortega de expulsar al más importante organismo de derechos humanos de Naciones Unidas evidencia que intenta ocultar los brutales abusos de su régimen”.

Por ello, señala esta organización internacional, es menester que en la próxima sesión programada el 5 de septiembre del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se debería exigir al mandatario nicaragüense "poner fin a la represión, desmantelar las pandillas pro-gobierno, y asegurarse de que los responsables de abusos rindan cuentas ante la justicia".

También, el Gobierno de España mostró su preocupación sobre la salida del equipo de la ONU, y a través de una misiva destacó "la importancia que tiene la presencia en Nicaragua de mecanismo internacionales y regionales de protección y supervisión de los derechos humanos y que estos mecanismos puedan ejercer plenamente sus funciones".