Jurguen Guevara, investigador del Centro Humboldt. Foto Elizabeth Reyes.
Deforestación arrasa con los ríos, advierte Centro Humboldt
El país está en alerta por los bajos niveles en los caudales de los ríos, especialmente el río Coco.
La deforestación de zonas boscosas cerca de fuentes hídricas han propiciado la disminución de los caudales en ríos como el río Coco, río Grande de Matagalpa y el río Viejo de Nicaragua, aseguró Jurguen Guevara, investigador del Centro Humboldt.
Según el investigador, de 36 fuentes de agua en las distintas comunidades del país, 34 han presentado su nivel mínimo de agua y otras incluso se han secado, especialmente las que se ubican en el corredor seco de Nicaragua.
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"Las fuentes de agua superficiales como por ejemplo el río Viejo o el río Grande de Matagalpa, que ha disminuido considerablemente sus caudales, son ríos de gran importancia porque la gente hace uso de estos recursos naturales; ya sea para riego (...) se utilizan para uso doméstico. Entonces al carecer de estas fuentes de agua superficiales todas las actividades que giran entorno y que dependen del agua irán mermando, entonces vemos que esta no es solamente una afectación ambiental sino que también una afectación social", afirmó Guevara.
Lo más alarmante es que ríos como el río Coco, el más largo de toda Centroamérica, ha bajado su caudal en un nivel considerable producto de la deforestación en sus alrededores, lo que a su vez ha causado la pérdida de flora y fauna vital para los ecosistemas.
"Lo importante es que se pueda partir de un plan de gestión integrada de recursos hídricos con un enfoque de manejo de cuencas, es decir, la restauración ecológica es de vital importancia para asegurar de que en los próximos inviernos estos ríos y los caudales pueden mantener sus niveles estables", dijo el investigador del Centro Humboldt.
La deforestación ha causado en los últimos años una reducción significativa de áreas verdes que ha afectado el equilibrio medioambiental en el país, siendo uno de los principales factores causantes de pérdidas de especies únicas y también propiciando temperaturas mayores que en años anteriores en la región.
