Tres mujeres mueren a manos de sus propios hijos en menos de un mes en Nicaragua
Tres casos de mujeres asesinadas por sus hijos en tres zonas distintas de Nicaragua en 22 días
Tres mujeres nicaragüenses han sido asesinadas a manos de sus propios hijos en menos de un mes, según datos de la Policía Nacional.
Los tres parricidios ocurridos entre el 26 de enero y el 17 de febrero, han estremecido a la población nicaragüense y puesto en alerta a los organismos de derechos humanos, al considerar que la violencia contra las mujeres aumenta cada día más.
El último parricidio registrado en el país es el de Felicita Fernández, de 85 años, quien murió la madrugada de este martes, luego de que su hijo Justiniano Ramos, le pegara una pedrada en la cabeza.
Este hecho se registró en la comunidad Las Tejas, en Matagalpa.
Hasta el momento la Policía Nacional no se ha pronunciado sobre este caso, según información extraoficial, el hombre llegó a la casa de su madre y le pidió dinero para tomar licor y cuando la madre le dijo que no le iba a dar, la golpeó en la cabeza con una piedra, causándole la muerte de forma instantánea.
El otro caso ocurrió el 26 de enero, cuando la señora Martha Gómez, de 50 años, fue asesinada por su hijo, Denis Flores Gómez, quien la hirió con un arma blanca, provocándole la muerte.
Este hecho ocurrió en la comunidad Zinica, en el municipio de Waslala, Caribe Norte de Nicaragua.
Tan solo dos días después, el 28 de enero, Domitila Espinoza Arteta, de 52 años, murió a manos de su propio hijo, José Manuel Cruz Espinoza, de 37 años, quien la golpeó con una piedra en el rostro.
Este hecho ocurrió en la comunidad La Florida en Estelí. El parricida fue capturado por la Policía Nacional y remitido ante las autoridades correspondientes. El padre de José Manuel Cruz Espinoza, dijo que es una persona violenta y que anteriormente había estado detenido por agredir a otras personas.
Estos tres parricidios se suman al doble parricidio ocurrido el 16 de noviembre a manos de Adrián José Guerrero Echeverry, de 37 años, quien planificó y cometió el crimen de sus padres, Guillermo Adrián Guerrero Espinoza, de 73 años y Sonia Marlen Echeverry Mendieta, de 72.
Según la acusación que presentó la Fiscalía, “el hecho fue motivado por el odio y el interés económico, de parte del acusado hacia sus padres”.