Más de 100 iglesias católicas en Managua, Masaya y Carazo atraviesan seria crisis económica
Monseñor Carlos Avilés expresó que algunas de ellas han cerrado.
Alrededor de 111 parroquias de Managua, Masaya y Carazo atraviesan una seria crisis económica que dificulta su subsistencia, explicó Monseñor Carlos Avilés.
La situación es tan grave que algunos templos han tenido que cerrar y oficiar las misas a través de las plataformas digitales.
“Hay muchas parroquias que estamos pasando dificultades para pagar todo lo necesario y ciertamente estamos en la subsistencia, algunos párrocos llega apenas llegan a fin de mes, no tienen para pagar cuentas de luz, agua o teléfono, siempre decimos que la iglesia refleja lo que es la sociedad y Nicaragua atraviesa una profunda crisis económica”, explicó Monseñor Carlos Avilés, Vicario de la Arquidiócesis de Managua.
Avilés destacó la generosidad que tienen los fieles para con la iglesia, pero son conscientes en que en la actual situación no todos pueden apoyarles.
En estos templos afectados, el clero ha adoptado diferentes medidas de ahorro en los servicios de energía y agua potable, así mismo se han dado a la tarea de organizar actividades para recaudar fondos.
“Algunas instituciones como el seminario han cerrado edificios, si habían 2 o 3 medidores de energía eléctrica solo están pagando uno, algunas parroquias también ayudan a otras para solventar gastos y así se ha ido apoyando. Los párrocos se han puesto al frente vendiendo frutas, comida para ir solventando gastos”, agregó Monseñor Avilés.
De igual manera, el Vicario de la Arquidiócesis de Managua mencionó que el Canal Católico de Nicaragua también atraviesa problemas económicos. “Sabemos que hay necesidad, apoyamos iniciativas de evangelización, para ayudar a organismos católicos y hacemos el llamado a que la gente apoye en esa línea de conversión a través de los medios de comunicación”, sostuvo.
Monseñor Avilés invitó a la feligresía a visitar los sitios web de cada parroquia en donde pueden encontrar las cuentas bancarias por si desean apoyar en la situación que atraviesan y conocer de igual manera sobre las actividades que están desarrollando para recolectar dinero para mantener su servicio pastoral.
“Es una campaña que hace cada parroquia en sus misas virtuales para que los feligreses puedan ayudar en esta difícil situación”, finalizó Avilés.