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¿Qué pueden hacer los nicas detenidos por migración en México?


267 migrantes, 162 de ellos de nacionalidad nicaragüense, fueron deportados a México desde diciembre del año pasado, para el inicio de sus juicios para la solicitud asilo político en Estados Unidos, esto como parte del Programa “Quédate en México” o MPP (Protocolos de Protección a Migrantes), según el último reporte Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU.

El 85% de estos migrantes fueron retornados a México para continuar el proceso. Además de los nicaragüenses hay 59 personas de nacionalidad venezolana, 32 cubanas, 7 colombianas y 7 ecuatorianas.

Karla Rivas, coordinadora regional de la Red Jesuita con Migrantes en Centroamérica (RJMCA), recordó que esta selección de quienes esperan sus trámites en México y quienes son deportados, queda a discreción de las autoridades migratorias y depende de la fuerza que posea su caso de petición de asilo político.

“Se hace una primera entrevista y se le pregunta que cuente por qué realmente está en peligro su vida, que acciones hizo, que muestre pruebas contundentes, tiene que contar un poco la historia que lo llevo a ser un perseguido, si la persona que le hace la entrevista considera que el testimonio es creíble, ya pasa al otro nivel, que es ya la protección internacional y el proceso de espera”, dijo Rivas.

Pese a que continua vigente el MPP, actualmente México está siendo un muro, así lo demuestran datos emitidos por el Instituto Nacional de Migración (INM) que en enero rescató a 16 mil 740 personas extranjeras con estancia irregular en el país, que viajaban a pie o en vehículos en caravana, camiones, autobuses y, a últimas fechas, en motocicletas, camarotes de tráiler y ambulancias clonadas.

Por nacionalidad, los migrantes son 10 mil 443, provenientes de Centroamérica y Sudamérica, aunque no hay datos específicos varios de esos migrantes en condición irregular eran nicaragüenses.

Según Rivas, el problema con los ciudadanos de la región que son retenidos utilizando métodos de camuflaje para llegar a la frontera con EE. UU., es que están siendo víctimas del tráfico ilegal de migrantes y colaborando inconscientemente al crecimiento de maras que se encargan de secuestrarlos.

“Cuando la policía los detiene, en ese momento lo primero que piden a su ingreso es la visa, en el momento que descubren que hay una falta administrativa porque ellos no llevan visa son retenidos, ahí la gente es cuando deben explicar que van huyendo de sus países por su seguridad, su integridad y la de su familia, tienen que demostrarlo”, agregó Rivas.

Según la experta, los nicaragüenses y cualquier migrante de la región tiene como opción pedir una visa humanitaria en México, una vez sea retenido por las autoridades o mientras espera su proceso de asilo político, pero deben demostrar que son perseguidos y que su vida está en riesgo en su país de origen.

La especialista reconoce que se ha endurecido la obtención de dicho documento migratorio, porque el objetivo de las autoridades migratorias mexicanas es evitar que más migrantes lleguen a la frontera con EE. UU.

“Están viendo que la visa humanitaria en México, era un mecanismo que no era sostenible por las autoridades, porque lo que hacían algunos migrantes era solicitar la visa para salir del Estado, moverse a otro Estado e intentar seguir subiendo a la frontera con EE. UU., entonces no evitaban que se siguiera saturando de migrantes”, expresó Rivas.

La encargada de emitir visas humanitarias es la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar).

La especialista instó a los migrantes a no huir de sus países bajo la utilización de coyotes, sino más bien hacerlo de manera regular pidiendo la colaboración de redes de ayuda como la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur), o antes de salir ejecutar la solicitud de visa humanitaria en el Comar.

Según el Instituto Nacional de Migración de México, para solicitar este documento se requiere una carta responsiva por parte del promovente, quien debe asumir los gastos de viaje y permanencia que genere su estancia en el país, además del pasaporte o documento de identidad y viaje que sea válido conforme al derecho internacional y vigente de la persona que solicita la visa.

Esta solicitud se puede hacer estando en México, pero de preferencia, se puede iniciar con los trámites por lo menos cinco semanas antes de emprender el viaje.