Captura del expresidente hondureño, puede ser un golpe al crimen organizado en la región
De ser encontrado culpable, debería preocupar a otros mandatarios centroamericanos, dicen expertos.
El expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, declaró que está dispuesto a colaborar con los Estados Unidos, país que pidió su extradición y que le acusa de cometer tres delitos asociados al narcotráfico, que afectan esa nación.
Según expertos políticos, de ser encontrado culpable, debería preocupar a otros mandatarios centroamericanos que han tenido algún vínculo o redes con el crimen organizado.
Carlos Murillo, analista político y experto en derecho internacional, afirmó que el deseo de Hernández de colaborar en el proceso y su entrega sin oponer resistencia, indica que posee un “as bajo la manga”, como se dice popularmente que le permita evitar la extradición o ir a un juicio a EE.UU. y ser exonerado.
Otros exmandatarios centroamericanos, como Salvador Sánchez Cerén y Mauricio Funes, ambos expresidentes de El Salvador, buscaron refugió en Nicaragua, antes de que llegará una petición de extradición en su contra porque se les vinculaba a delitos similares a los Hernández.
Aunque existía cercanía entre el expresidente hondureño y el presidente Daniel Ortega, a tal punto de ser uno de los pocos mandatarios que le acompañó en su toma de posesión, decidió no seguir los pasos de sus homólogos y pedir asilo político.
“Si él sabía que estaba a punto de solicitarse su extradición, por qué no huir de Tegucigalpa y refugiarse en Nicaragua, concretamente en Managua cómo lo han hecho otros exmandatarios, él se entrega voluntariamente e indica que va a colaborar con el proceso, difícilmente si no tiene alguna carta para impugnar el proceso y evitar la extradición, o para ir a un juicio y exonerarse, yo pensaría que no hubiera sido así de fácil su captura”, dijo Murillo.
Murillo explicó que el sistema judicial estadounidense tiene un recurso que resulta muy atractivo para sus acusados, a quienes puede condenar, pero no enviar a prisión o exonerar bajo la figura de “no culpable”, a cambio de revelar información de sus socios o de algún delito que conozcan, pero del que no hayan participado.