Silvana, una pequeña que logra comunicarse a través de una aplicación
La menor de 10 años, fue diagnosticada con el síndrome de Angelman.
Silvana Coronel Domínguez es una niña de 10 años de edad, que fue diagnosticada con un síndrome poco común, Angelman. Es un trastorno genético que causa retraso en el desarrollo, problemas de habla y equilibrio, discapacidad intelectual y las personas con este síndrome suelen sonreír, reír frecuentemente y tienen personalidades felices. Actualmente, de 2,000 personas, 1 nace con esta condición.
Sus padres desesperadamente buscaron ayuda profesional dentro y fuera del país, muchos especialistas hasta desconocían del síndrome. Poco a poco, fueron estudiando el caso hasta que encontraron una alternativa creativa e innovadora para la comunicación con su hija.
Esta princesa de Dios tiene grandes habilidades, destrezas, talentos y mucho amor en su corazón, normalmente ella escucha y recepciona toda información, sin embargo, tiene problemas de habla. Sus padres, al buscar alternativas ante su situación, encontraron una aplicación que hablara y se expresara por ella.
La tecnología ha formado parte fundamental en la vida de todos y en la de Silvana no ha sido excepción, pues a través de su iPad logra comunicar sus ideas, deseos, necesidades y todo lo que su boca no puede decir. Es una aplicación comprada, que está dividida en pictogramas y categorías entre verbos, sustantivos, pronombres, gustos, comidas, sentimientos que forman parte de su día a día, armando oraciones que quiere transmitir a las demás personas.
Ha tenido distintas experiencias al relacionarse con los niños en la escuela, la mayoría de sus compañeritos le apoyan, la aprecian y cuidan con mucho cariño. Entre su familia no hay diferencias con sus hermanos pues es tratada con el mismo amor y valor.
“Debemos empoderarnos como personas, creer en nuestros hijos, empoderar a nuestros hijos independientemente de las dificultades o limitaciones que tengan, tenemos que creer en ellos y la única limitante es que no tengan vida”, expresó Marlene Domínguez, mamá de Silvana.
Agregó que no es necesario tener recursos económicos para poder apoyar a cualquier niño con discapacidad, autista o con algún síndrome, con solo recortar elementos de cartón, abrir las puertas de la casa, saltar e interactuar ayudamos a su desarrollo e inclusión.
Todos los niños y niñas tienen derechos que los respaldan y cada uno, sin importar las condiciones, deben ser aceptados, respetados, amados e incluidos en la sociedad.