Niña nicaragüense sigue desaparecida tras cruzar el Río Bravo

Después de 5 meses de este hecho, no existe un reporte de parte de las autoridades mexicanas.


Desde el 17 de mayo de este año la niña, Sofía Abigail Caballero Huete, de 3 años, desapareció en las aguas del Río Bravo, en México, cuando su madre Irma Yaritza Huete Iglesias de 25 años, falleció ahogada cuando intentó cruzar el caudaloso cuerpo de agua.

Ellas eran originarias de Quilalí, Nueva Segovia y tenían como destino los Estados Unidos (EE.UU.), desde ese día los familiares no han descansado en busca de la menor de edad.

La Fundación para la Justicia de México elevó el caso ante el Comité contra la Desaparición Forzada (CED) de las Naciones Unidas (ONU) el caso del infante, porque tras 5 meses de este hecho, no existe un reporte de parte de las autoridades mexicanas sobre alguna intervención de agentes migratorios en el caso.

Fabienne Cabaret, coordinadora de Defensa Integral de Fundación para la Justicia en México, aseguró que no hay ningún interés de las autoridades en buscar a la menor de edad, porque tras el hallazgo del cuerpo de su madre no continuaron la búsqueda.

“Ese evento tan grande que involucró cerca de 100 personas ni siquiera estaba en las notas, digamos oficiales, y menos en un reporte de las autoridades”, denunció.

La fundación pide en el documento establecer de inmediato una estrategia integral que incluya un plan de acción y un cronograma para la búsqueda exhaustiva de la niña.

“Ese algo más importante debe de involucrar a Estados Unidos y, también nos hemos dado cuenta ahí que no hay canales de colaboración, por lo menos formales”, comentó

Mientras tanto en Nicaragua, Elia Centeno, abuela de Sofía, no pierde las esperanzas de encontrarla con vida.

“Si alguien la tiene que la rescató y la tiene conviviendo con ellos, solo les pido que se pongan en el lugar de nosotros y yo les digo a las autoridades que se puede hacer más por encontrarla”, dijo la angustiada abuela.

El padre de Sofía, fue el primero en salir del país y todos los días le llamaba desde Estados Unidos (EE.UU.), hasta que solicitó su esposa e hija le siguieran.

“Él decidió que se quería ir, porque a pesar del trabajo que él hace en este país no hay muchas opciones de trabajo, son trabajos mal pagado, todos los días, una vez había llegado a los EE.UU. llamaba a Sofía todas las noches”, conto la abuela.

La fundación y familiares también solicitan que el gobierno de Estados Unidos se involucre en el caso de la desaparición y en la búsqueda de la niña.

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