Inspecciones a juegos mecánicos debe ser una exigencia, dice experto
La inspección de estas máquinas debe hacerse de manera obligatoria, opina abogado.
Lo que parecía un momento de diversión en una rueda de Chicago, terminó en tragedia para Kelin Ortiz, de 25 años. La joven, quien subió al juego mecánico, se precipitó desde 10 metros de altura, cuando la atracción seguía en marcha; la mujer deja a dos niños en la orfandad.
Testigos aseguran que esto se debió a que la puerta de seguridad se encontraba mal cerrada. Las autoridades policiales detuvieron a los operadores y al dueño de la atracción como parte de las investigaciones. Para el abogado Norman Moraga, este caso podría calificarse como homicidio imprudente.
“Determinando esta situación como homicidio imprudente, la ley establece de 1 a 4 años de prisión para la persona que estaba operando este juego mecánico, para el dueño de las máquinas es una responsabilidad civil, porque en este caso hablaríamos de daños y perjuicio y en ese sentido caben daños morales por el dolor que le deja a la familia y a los hijos que tenía esta persona”, explicó Norman Moraga, abogado y notario público.
El abogado refirió que el otorgamiento de permisos de operación para este tipo de parques, debe ir acompañada de una rigurosa regulación y certificación de inspección mecánica a través de la Ley 431 “Ley para el Régimen de Circulación Vehicular e Infracciones de Tránsito” para seguridad de los usuarios.
“Recordemos que estos son automotores que funcionan a base de gasolina o diésel y que tienen revoluciones o velocidades como cualquier vehículo y de igual manera quien está autorizado para esto es la Policía Nacional. Son dos instituciones encargadas que deberían de otorgar el permiso, hacer las regulaciones debidas, así como hacen con los vehículos, y solicitar los certificados de inspección mecánica para este tipo de máquinas”, añadió Moraga.
Este no es el primer caso en Nicaragua donde fallecen personas en juegos mecánicos. A finales del año 2020, un adolescente de 13 años de edad, quien laboraba en un parque de diversiones instalado en el barrio el rodeo en Managua, falleció electrocutado por la mala instalación eléctrica con la que contaba uno de estos juegos.