Ambientalistas: venta de animales en peligro de extinción aumenta en verano
La Ley 547, señala entre el 1 de enero y el 30 de abril, se declara época de veda para estos animales.
Durante la temporada de verano aumenta la compra y consumo de animales silvestre exóticos y en peligro de extinción, como las iguanas o garrobos, que sirven para la elaboración de platillos de temporada, sin embargo, el abogado Domingo Diogo, llama a las autoridades gubernamentales a vigilar y sancionar a quienes comercialicen estos animales.
La Ley para la conservación y protección de iguanas verdes y garrobos, Ley 547, señala entre el 1 de enero y el 30 de abril de cada año, época de veda para estos animales de acuerdo al tamaño que tengan.
En la norma jurídica vigente, se establecen como tamaños mínimos de explotación las siguientes especies: iguana verde de 36 centímetros y garrobo o iguana negra con 26 centímetros.
Carreteras, son los puntos de ventas
Según Diogo la Ley para la Protección y el Bienestar de los Animales Domésticos y Animales Silvestres Domesticados, Ley 747, también tiene un abanico mayor de protección para estos y otros animales que se comercializan en las carreteras a nivel nacional, como chocoyos, lapas, tortugas, entre otros.
“El ejército trata de proteger a estos animales, que la gente llega a sustraer los huevos de tortuga o que venden estos animales, eso permite que el Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (Marena), como institución encargada de velar por esta situación, ponga en marcha un plan de desarticulación de ese tipo de actividad de venta; hay inspectores que tienen que pasar, por ejemplo, en semáforos, en las playas inclusive, para ver que no estén vendiendo”, dijo.
Se requieren sanciones a consumidores
El Centro de Investigación, Capacitación y Formación Ambiental y el Club de Jóvenes Ambientalistas, proponen que las normas jurídicas sean reforzadas y no solamente se sancionen a quienes comercializan estos animales, sino también a quienes los adquieren para el consumo humano o como mascotas.
“Es como una medida coercitiva, tanto el comprador como el vendedor tengan el mismo nivel de culpabilidad e incluso elevar de culpabilidad al comprador, más que al vendedor, porque a veces tenemos que pensar las cosas desde dos ángulos, el vendedor es una persona que por necesidad lo hace y la familia lo ven como un medio fácil de vida, más en el corredor seco del país”, añadió.
El pinol de iguana es uno de los platillos que prevalecen durante la Semana Santa y época de verano, pero el llamado del ambientalista es a acabar con la destrucción de la flora y fauna a través de excusas culturales culinarias.
Las multas por comercializar ejemplares de iguana o garrobos, que no alcancen los tamaños mínimos establecidos, rondan entre los 50 a 500 córdobas, según la Ley 547.
En cuanto a violentar la Ley 747, las multas van de 100 a 3,000 días multas de trabajo.