Jacqueline Montenegro: entre electrodomésticos, cables y herramientas sacó adelante a sus hijas
Hace 11 años esta mamá encontró en la reparación de electrodomésticos un medio para ganarse el sustento y sacar a sus dos hijas adelante.
Entre abanicos, planchas, licuadoras y hasta cafeteras transcurren los días de Jacqueline Montenegro Carballo, en el mercado Roberto Huembes, donde hace 11 años encontró en la reparación de electrodomésticos un medio para ganarse el sustento y sacar a sus dos hijas adelante, siendo de las pocas féminas que se dedican a esta labor.
Montenegro lamenta que sigan siendo las mismas mujeres quienes no confían en que este trabajo no tiene género alguno.
“Yo les digo, pruebe y vea la calidad y luego me pasa que me dicen: 'vine porque me recomendó tal persona", es la respuesta que entrega a quienes llegan a su negocio y no ocultan su sorpresa al encontrar a una mujer entre motores, cables, hélices de abanicos y herramientas.
“Reparamos abanicos, planchas, licuadoras, aún no me animo con los televisores, pero si tenemos un técnico que repara televisores”, contó Montenegro.
La labor la heredó de su mamá y sus hermanos, a quien les veía reparar toda clase de electrodomésticos y fue a ellos a quienes les pidió ayuda y las reforzó con práctica haciendo y deshaciendo cualquier compostura que llegaba a sus manos.
“Aprendí viendo a mis hermanos, ellos me enseñaron y yo con el aparato que se llama probador, el probador te va diciendo todo lo malo que pueda tener el electrodoméstico y me he ido puliendo probando una y otra vez”, añadió.
Esta madre de familia originaria del municipio de Catarina, departamento de Masaya, incluso hace reparaciones a domicilio, por lo que ha sido mayor la sorpresa de sus clientes y clientas.
“Todo es más fácil cuando amas lo que haces y esa es mi historia, amo mi trabajo, pero es gracioso que a veces voy a domicilio y cuando me bajo del carro se sorprende porque me pregunta '¿y quién va a repararlo?, les respondo que yo, no viene nadie más', es bonito dejarles contentos a mis clientes”, manifiesta.
Aunque asegura no tiene heredera de la profesión, porque sus hijas decidieron solo ayudarle a nivel de las finanzas y posicionarse en redes sociales, se siente contenta por su determinación y esfuerzo, a superar las barreras de género y tener éxito en cualquier campo.
“Mi primera hija es contadora y la segunda es veterinaria, yo les digo que nadie va seguir el legado, pero por otra parte me alegra hayan elegido otro camino, porque aquí en el mercado no es tan fácil no existe descanso, hay que estar diario, hay clientes que no les gusta que otro toque sus equipos y tienen la confianza solamente conmigo”, enfatiza.
Si usted desea probar la calidad del trabajo de Jacqueline la puede encontrar en su negocio, Distribuidora Hefziba, ubicada en el sector de la terminal de buses intermunicipales en el Mercado Roberto Huembes, de Managua o llamarla al número teléfono: 7825-1753.