Lorenzo Vega/ VOS TV
Comerciantes informales afectados por altas ráfagas de vientos
Sector del Zumen está doblemente afectado por la polvareda ante labores de construcción.
Trabajadores informales de distintos puntos de Managua tratan de protegerse de las inclementes ráfagas de vientos que azotarán la capital esta semana.
Uno de los sitios más afectados es el sector del Zumen, donde las obras de ampliación de la Pista Juan Pablo II, que se ejecutan en el primer tramo del proyecto y los fuertes vientos levantan grandes cantidades de polvo.
A pesar de que los vendedores aseguran protegerse de estas condiciones, muy pocos usan gafas de sol o gorras, como han recomendado médicos nicaragüenses para evitar infecciones en los ojos y vías respiratorias.
María Araúz, comerciante de la zona, asegura que además de fruta, vendía güirilas, pero ante las inclemencias del viento dejó de ofertarlas, puesto que le dañaban el producto.
"Me quedé solo con la fruta, porque esa si la puedo mantener tapada o la preparo una vez que el cliente me la pide, no la tengo lista antes para que no le caiga polvo, en cuanto a mí, pues lo que hago es todos los días tomarme alguna antigripal para prevenir cualquier catarro que me genere el polvo", expresa.
Vendedores prefieren el polvo a las malas ventas
Hay vendedores que incluso afirman preferir tragar polvo en lugar de perder sus ventas. A pesar de tener tramos en el mercado Israel Lewites han optado por volver a la informalidad, pues afirman que la clientela es mayor en ese sector donde se da la construcción.
"Prefiero tragar polvo a tragarme las malas ventas dentro del mercado, por eso me vine para acá, no me traigo todos los productos, solamente algunos", manifiesta, Ramón Antonio Córdoba, quien comercializa zapatos usados.
Luis Sánchez, presidente de la Federación de Trabajadores y Emprendedores José Benito Escobar (FETEM- CST), reconoce que ha varios de estos vendedores o se les ha pedido desalojar la zona por la construcción o se les entregó sus nuevos tramos en el mercado Israel Lewites, pero la escasez de compradores les obligó a migrar.
“Pedimos a las autoridades comprensión, esto es algo transitorio, lo que pasa que la clientela de esta gente es variable y donde está la gente es que necesitamos ir, la gente no está entrando al mercado, se está moviendo en los alrededores”, finaliza.
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