Las altas temperaturas y el riesgo para los conductores con padecimientos crónicos
Las condiciones de clima extremo, exponen a estas personas a un mayor riesgo de sufrir un ataque cardiaco o cerebrovascular.
Las altas temperaturas que se experimentan actualmente en Nicaragua pueden poner en grave riesgo la salud de conductores de vehículos que sufren enfermedades coronarias e hipertensión arterial, coinciden un médico y una escuela de manejo.
María Acevedo, directora de la escuela de manejo Eben-Ezer, señaló que el calor es la principal causa que afecta a los conductores con padecimientos crónicos y son quienes deben tomar algunas medidas preventivas de salud ante estas condiciones climáticas adversas.
“Al momento de conducir nos puede dar mucha taquicardia, por eso es fundamental acompañarse de un termo con agua fría para hidratar el cuerpo, y el suero es muy necesario”, añadió.
Para el médico internista, Neri Olivas, “el hecho de conducir vehículos en las ciudades, es un factor estresante aunado a las patologías subyacentes de las personas, sumado a la situación climática del país, la falta de ventilación y la contaminación ambiental, esto provoca el surgimiento de enfermedades internas cuyos resultados pueden ser un desmayo síncope”.
Ambos profesionales coinciden en que un paciente que conduce su vehículo bajo estas condiciones de clima extremo, se expone a un mayor riesgo de sufrir un ataque cardiaco o cerebrovascular, eventos que al surgir repentinamente también pueden provocar un accidente de tránsito y perjudicar a terceros.
Si el conductor no durmió bien la noche anterior y tuvo una apnea del sueño, que es el paciente roncador y duerme mal, existen probabilidades que se duerma al volante y provocar un accidente, pero además puede ser víctima de un infarto, refirió Olivas.
Cumplir con el tratamiento prescrito por el médico tratante, mantener bebidas hidratantes en los vehículos, estar pendiente del control de la presión arterial y controlar el estrés, son algunas de las recomendaciones emitidas por los expertos para evitar situaciones que pongan en riesgo la vida, tanto del conductor, pasajeros y demás personas que transitan en la vía.
Si los malestares asociados a la presión arterial comienzan a manifestarse al momento de conducir es urgente orillarse, respirar profundo y lograr estabilizarse, una vez controlado los síntomas, puede continuar su marcha, de lo contrario debe designar a otra persona para conducir.
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