Foto: Lorenzo Vega Sánchez / VOS TV
Familia de San Judas celebra cada 25 de julio a Santiago Apóstol
Como parte de la promesa que pagan, se ofició una misa y repartieron comida a unas 600 personas de la comunidad.
Las fiestas de Santo Domingo de Guzmán por muchos fieles católicos son consideradas populares y no patronales, ya que el primer patrono de Managua sigue siendo Santiago Apóstol, a pesar de que su estatus es poco reverenciado en la capital nicaragüense.
La iglesia oficialmente nunca le ha quitado el patronato de la capital, atribuido porque el nombre oficial de la ciudad es la Leal Villa de Santiago de Managua y la Antigua Catedral de Managua fue dedicada a este santo.
En el barrio San Judas de Managua, la familia Villareal Morales lo celebra como patrono desde hace varios años y sus vecinos lo acogen como tal.
“Siempre ha sido el patrono Santiago, lo que pasa que el robo de santo Domingo propiciado por Lisimaco Chávez hace años provocó una convulsión social y mayor jolgorio por el santo”, menciona María Villareal, promesante del apóstol.
“Es que Santo Domingo es más algarabía, más tradición popular, Santiago en Managua es más calmado, quizás en Carazo y León, que tiene otros templos si es más bullanguero, quizás por eso dicen que es el patrono, pero para acá la gente del barrio desde hace años el patrono es Santiago”, comenta Rosa Guevara, quien desde que inició la tradición en San Judas acompaña a la familia.
Ignacia Pérez, afirma que tanto Santiago como Santo Domingo poseen gran devoción en Managua y han demostrado obrar milagros a quienes piden con fe a Dios, para ella comparte un co-patronato.
“Es que Santo Domingo en Managua es más alborotado”, insiste Pérez, tras una sonora carcajada.
La devoción llegó al barrio en 1972
La devoción de esta familia surgió en el municipio de San Jorge, del departamento de Rivas, al mudarse al barrio Altagracia de Managua, la fe prosiguió y luego cuando se trasladaron al barrio San Judas en 1972.
María, con 71 años de edad, es la única de hijos e hijas sobreviviente de la segunda generación que celebró al apóstol, ni ella misma puede dar fe de cuando inició esta tradición.
“Cuando nací ya mis padres celebraban las fiestas y lo único que sabemos es que mis abuelos se las heredaron a mis padres”, rememora.
La pequeña imagen de uno de los 12 discípulos de Cristo, asevera que fue traída de España, siendo de la única de ese país ibérico.
Yahoska Morales, esposa de Justo Villareal, quien desde hace varios años es el mayordomo de estas fiestas, relata que desde el 16 de julio que inician la novena, todos los pobladores del sector se animan y participan en cada una de las festividades.
“Es un mes de unión familiar, porque todos ponemos el mayor empeño para que salgan bien las fiestas, vamos al mercado, pelamos las verduras, cocinamos y hasta amigos nos apoyan, la comunidad del barrio San Judas saben que el 16 empieza, el 24 antes hacíamos la procesión, ahora solamente lo bailamos dentro de la casa y el 25 de julio siempre hacemos su santa misa y repartimos comida”, cuenta.
Un milagro aumentó la devoción
A pesar de estar 100% inmersa en esta tradición familiar, Yahoska reconoce que fue hasta junio del año pasado que le pidió a Santiago Apóstol la intercesión por la sanación de su hijo cuando sufrió un accidente de tránsito.
“Mi hijo quedó encima de un vehículo el 23 de junio cuando se transportaba en su moto, los doctores me advirtieron que por el golpe se iban a desbaratar sus pulmones, uno de sus riñones estaba afectado y tenía tres costillas quebradas, para nosotros fue un milagro que al día siguiente fue dado de alta y los exámenes confirmarán que salió ileso”, enfatiza.
Como parte de la promesa que paga esta familia a Santiago Apóstol, este 25 de julio participaron de una misa y repartieron comida a unas 600 personas de su comunidad.
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