¡Cuidado! Estas son las serpientes más venenosas en Nicaragua
Una de las especies más letales habita en el mar, según experto.
Cada año en Nicaragua se registran aproximadamente 700 mordeduras de serpientes, según el Ministerio de Salud (Minsa), lo que representa un riesgo significativo, especialmente en zonas rurales.
De acuerdo a Eduardo Sacasa, experto en flora y fauna, de las 107 especies de serpientes identificadas en el país, 13 son venenosas, y entre ellas destacan la barba amarilla, la cascabel y el coral venenoso.
Estas tres especies son responsables de la mayoría de los incidentes, siendo las regiones más afectadas Río San Juan, Chontales, Matagalpa y Jinotega.
El país alberga una variedad de serpientes venenosas que, si bien son esenciales para el ecosistema, pueden ser extremadamente peligrosas para los humanos.
¡Cuidado! Estas son las 13 especies más venenosas:
1. Coral centroamericana (Micrurus nigrocinctus)
2. Coral de caños (Micrurus allenis)
3. Coral de dos colores (Micrurus multifasciatus)
4. Coral de mar (Hydrophis platurus) – La única serpiente marina venenosa de Nicaragua, cuyo veneno contiene neurotoxinas potentes, aunque no se han registrado casos de mordedura hasta la fecha.
5. Castellana (Agkistrodon howardgloydi)
6. Barba amarilla (Bothrops asper)
7. Víbora de pestaña (Bothriechis schlegelii)
8. Cascabel (Crotalus simus) – Frecuentemente encontrada en zonas secas del Pacífico, su veneno puede afectar la coagulación sanguínea y causar hemorragias graves.
9. Serpiente de montaña (Cerrophidion wilsoni)
10. Tamagás (Porthidium ophryomegas)
11. Tamagás del Caribe (Porthidium nasutum)}
12. Matabuey (Lachesis stenophrys)
13. Mano de piedra (Bothrops atrox) – Conocida por su potente veneno que causa hemorragias internas y, en casos graves, la muerte.
Según el experto, la barba amarilla (Bothrops asper) es la serpiente más temida en Nicaragua. Su mordedura provoca efectos severos en el cuerpo, como hemorragias y necrosis en el área afectada. “La barba amarilla es responsable de la mayoría de los casos de mordedura en el país. Su veneno es altamente peligroso, y si no se trata a tiempo, puede causar la amputación de la extremidad afectada”, comenta.
La cascabel (Crotalus simus), conocida por el característico sonido de su cola, es otra de las serpientes venenosas más comunes en Nicaragua. Prefiere los climas cálidos y secos, y su veneno afecta principalmente la coagulación de la sangre. A menudo, esta se encuentra en zonas cercanas a las viviendas. “Aunque la cascabel avisa antes de atacar, su veneno puede ser letal si no se recibe tratamiento a tiempo”, advierte Sacasa.
Las serpientes coral, a pesar de su pequeño tamaño, son extremadamente peligrosas. Existen varias especies en Nicaragua, incluyendo la coral centroamericana (Micrurus nigrocinctus), la coral de caños (Micrurus allenis) y la coral de dos colores (Micrurus multifasciatus). Su veneno es neurotóxico, afectando el sistema nervioso de la víctima y, si no se trata adecuadamente, puede ser mortal.
Sacasa adviente que, en caso de ser mordido por una serpiente, se debe actuar con rapidez. El Minsa dispone de suero antiofídico en centros de salud de todo el país, y es crucial identificar la serpiente responsable para aplicar el tratamiento adecuado. “Es importante recordar cómo era la serpiente para que los médicos puedan suministrar el suero correcto”, destaca el experto.
Otro aspecto que se debe considerar es evitar matar a las serpientes, ya que incluso una serpiente muerta puede inyectar veneno si se manipula de forma incorrecta. Además, todas las serpientes, venenosas o no, cumplen un rol vital en el control de plagas como las ratas, y eliminarlas podría desequilibrar el ecosistema.
Aunque las serpientes venenosas representan un riesgo en Nicaragua, el país cuenta con los recursos necesarios para tratar las mordeduras si se actúa a tiempo. La clave está en la prevención y el conocimiento. Alejarse de las serpientes, no intentar manipularlas y acudir inmediatamente a un centro de salud ante una mordedura puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.