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Transportistas piden a las autoridades atender inseguridad en fronteras
Este lunes, en la frontera entre Honduras y Nicaragua, un conductor salvadoreño fue herido de gravedad tras recibir varios impactos de bala.
La Asociación de Transportistas Nicaragüenses (ATN), se muestra preocupada por la inseguridad que impera en la frontera entre Honduras y Nicaragua, donde este lunes un conductor salvadoreño fue herido de gravedad tras recibir varios impactos de bala por dos hombres a caballo en el Guasaule, Somotillo.
De acuerdo con Marvin Altamirano, presidente de la ATN, “como país seguimos siendo el más seguro, sin embargo, si estas cosas que se están dando en las fronteras de El Guasaule y Peñas Blancas en Costa Rica, de no atenderse podríamos estar mañana en una situación diferente”.
Agrega que hace unos cinco años Costa Rica era el país más seguro en esta materia, sin embargo, en este momento es el más inseguro.
“Cuando se cree que somos el país seguro y no se atienden las situaciones que ponen en riesgo la seguridad, probablemente unos años después va a hacer el país más inseguro, porque así empezó en todos los países de la región”, recuerda.
Niveles de inseguridad
La gremial cree que los altos niveles de inseguridad son más frecuentes en las fronteras con Honduras y Costa Rica, por ello llama a las autoridades nacionales a frenar esta situación en esas zonas, ya que temen que la problemática vaya en escalada.
“En Honduras tenemos problemas en el Guasaule de ese país y no es el primer conductor que sale baleado”, comenta.
Altamirano, considera que este es un tema que debe ser abordado por las autoridades regionales, ya que muchos funcionarios se excusan alegando que no tienen presupuesto para garantizar la vigilancia en las fronteras.
“El acuerdo centroamericano no establece que si un Gobierno no tiene los recursos o medios no está obligado a resolver este problema, al contrario, los obliga a garantizar la seguridad de las personas y las mercancías”, añade.
La asociación también afirma que este tipo de crímenes se evitarían si los procesos del traslado de mercancías fueran más expeditos, lo que permitiría que los conductores del transporte de carga circulen con más rapidez y se evitarían permanecer durante horas en largas filas para ser atendidos, momento que aprovechan los delincuentes para cometer sus crímenes.
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