Referencial
Cortar la cola y orejas afecta la salud de las mascotas, advierte veterinaria
La Ley 747 de Bienestar y Protección Animal prohíbe expresamente estas cirugías estéticas.
La práctica de cortar las orejas y la cola de los perros sigue siendo un tema controvertido en el ámbito veterinario. En Nicaragua, la Ley 747 de Bienestar y Protección Animal prohíbe expresamente estas cirugías estéticas, que en el pasado se realizaban principalmente por razones estéticas o tradicionales.
Sin embargo, esta mutilación puede acarrear serias consecuencias para la salud y el bienestar de las mascotas, además de riesgos legales para los veterinarios que la practiquen, ya que podrían enfrentar la suspensión de su licencia.
Según la veterinaria Cristel Ponce, la amputación del pabellón auricular o la cola de los perros no solo altera su apariencia, sino que afecta funciones naturales importantes.
Las orejas largas protegen el canal auditivo del polvo, la humedad y otros agentes irritantes, lo que reduce el riesgo de infecciones como la otitis.
Además, la cicatrización puede generar picor, haciendo que el animal se rasque constantemente, lo cual incrementa las posibilidades de infecciones más graves, como miasis (infestación de larvas de mosca en los tejidos).
La importancia de mantener la cola
En cuanto a la cola, Ponce señala que es una herramienta esencial para la comunicación del perro con otros animales y con las personas.
La amputación de la cola no solo limita la capacidad del perro para expresar sus emociones, sino que puede llevar a malentendidos con otros perros, aumentando el riesgo de comportamientos agresivos.
Esto ocurre porque los perros se comunican mediante señales visuales con su cola y sus orejas, por lo que al eliminar estas partes, se les dificulta interactuar de manera adecuada con su entorno.
Asimismo, Ponce destaca que las mutilaciones no se limitan a los perros. En los gatos, por ejemplo, se practica la extirpación de la primera falange de las patas delanteras para evitar que rasguen muebles, lo que puede ocasionarles dolor crónico, artritis y dificultades para caminar o usar su caja de arena.
Para quienes buscan mantener la salud y el bienestar de sus mascotas, la veterinaria recomienda evitar este tipo de procedimientos y optar por cuidados que respeten la integridad del animal.
La educación sobre los riesgos y efectos negativos asociados con estas prácticas es fundamental para promover un cambio en la percepción social y garantizar que los animales conserven su calidad de vida.
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