Hombre incendia la casa de su madre en barrio Milagro de Dios
Este caso evidencia un problema creciente en las relaciones familiares, marcado por la violencia intrafamiliar, dice psicólogo.
La madrugada de este jueves un incendio de grandes proporciones consumió la vivienda de Luisa Garzón, ubicada el barrio Milagro de Dios, en Managua, luego de que su hijo presuntamente intentara quemarla junto con los enseres de la casa.
De acuerdo al relato de vecinos, el joven, en aparente estado de ebriedad, habría iniciado el fuego de manera intencional.
Al percatarse de las llamas, residentes del sector acudieron rápidamente para asistir a Garzón y evitar que las llamas se propagaran hacia las viviendas aledañas. De acuerdo a los vecinos, no es la primera vez que el joven atenta contra su madre.
Garzón se dirigió a la estación policial más cercana para formalizar una denuncia contra su hijo. Bomberos Unidos se presentaron en el lugar para controlar el incendio y realizar las investigaciones correspondientes, que servirán como evidencia para el proceso judicial.
Caso evidencia deterioro de las relaciones familiares
La situación de la madre y su hijo evidencia un problema creciente en las relaciones familiares, marcado por la violencia intrafamiliar y el deterioro de los vínculos emocionales, según el psicólogo Arcángel Blanco.
A la vez, destaca que el incremento de incidentes similares podría estar relacionado con estilos de crianza permisivos y la falta de límites en las dinámicas familiares.
"Muchos padres, en lugar de establecer normas y límites, se enfocan en proveer bienes materiales, descuidando el aspecto emocional y el contacto afectivo, lo que a largo plazo genera resentimiento en los hijos", explicó Blanco.
El psicólogo manifiesta que el cambio en los estilos de crianza ha sido drástico en las últimas décadas.
“Pasamos de un estilo de crianza restrictivo y autoritario a uno en el que casi no hay control. A muchos hijos se les permite pasar tiempo ilimitado con amigos o conectarse a redes sociales sin supervisión, lo cual afecta su percepción de la autoridad y los límites en la vida adulta”, enfatiza.
Alcohol, tecnología y falta de normas
En su análisis, también subrayó que la exposición excesiva a contenido violento, la falta de normas claras e influencias externas como las redes sociales, contribuyen al desarrollo de conductas antisociales en los jóvenes, tales como el abuso de sustancias o la violencia hacia familiares.
De acuerdo con testimonios de los vecinos, el hijo de Garzón estaba bajo los efectos del alcohol cuando comenzó el incendio, lo que plantea el vínculo entre el consumo de sustancias y la violencia intrafamiliar.
Según estudios de salud pública, el abuso del alcohol y otras drogas está estrechamente asociado con un aumento en las conductas violentas y agresivas en el hogar.
En este sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado esto puede desinhibir a las personas, haciéndolas más propensas a que actúen de manera impulsiva y violenta, especialmente en contextos de conflictos familiares ya existentes.
La situación se agrava, además, cuando no existen consecuencias legales firmes o un proceso de rehabilitación adecuado para aquellos que incurren en conductas agresivas bajo el influjo de sustancias.
Al respecto, Blanco resalta que "una persona puede sentir satisfacción inmediata al descargar su frustración, pero sin un apoyo psicológico profesional, el problema solo se agrava. Las conductas violentas no solo no se eliminan, sino que pueden intensificarse”.
El caso de Garzón y su hijo también muestra las secuelas psicológicas que eventos de este tipo pueden generar tanto en la víctima como en el agresor. Mientras las víctimas suelen experimentar trauma emocional, temor e incluso desplazamiento forzoso, los agresores, al no enfrentar las consecuencias de sus actos de manera apropiada, pueden ver reforzado su comportamiento destructivo.
“Es importante que el sistema legal tome en cuenta las condiciones psicológicas de los agresores y que se brinde una rehabilitación integral. Sin un tratamiento, es probable que estas personas sigan actuando de forma violenta, afectando a otros miembros de la sociedad”, advierte el psicólogo.
Para evitar que estos casos de violencia familiar se repitan, especialistas sugieren implementar programas de orientación y apoyo psicológico tanto en el ámbito familiar como en instituciones de justicia y rehabilitación.
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