Empresas de vigilancia en residenciales no pueden violentar libre circulación
Deben tener contratos por escrito y respetar este derecho constitucional.
Las empresas de seguridad o personas naturales organizadas que prestan estos servicios de vigilancia en residenciales deben tener contratos por escrito y no violentar el derecho constitucional de la libre movilización de los residentes que deciden no pagar estos servicios, explica el abogado Keneth Hernández.
El abogado asegura que esto evitaría discusiones entre los residentes y que los vigilantes se nieguen a levantar las agujas para permitirles el ingreso a los vecinos que no pagan el servicio.
“Habría que regularizar eso desde el punto de vista contractual, realizando un contrato estableciendo quiénes son los dueños de cada una de las casas y las empresas o personas de vigilancia deben asumir también responsabilidades en cuanto al cuido de la zona”, indica.
El problema de no poseer un acuerdo escrito es que se corre el riesgo de violentar la libre movilización, asegura el jurista.
“Lo que se hace es avisar quien es el dueño de la casa que no ha pagado y se le dice que por esa razón debe asumir estar abriendo y cerrando la aguja, esa es la sanción, pero por no pagar seguridad no se le puede impedir la libre movilización a su hogar”, asevera Hernández.
El Instituto Nacional de Defensa al Consumidor (Indec) afirma que incluso ellos han recibido denuncias de habitantes de residenciales a los que el pago de vigilancia no ha evitado robos, por lo que piden compromiso de parte de las urbanizaciones en cuanto a garantizar la seguridad.
Marvin Pomares, pide a los ciudadanos leer los contratos para conocer si es una exigencia el pago de la vigilancia o si queda a libertad de los habitantes.
“La vigilancia es que pasen viendo por tu hogar a altas horas de la noche, en bicicleta, en moto y a pie, pero que te digan vigilancia solo por estarte levantando la aguja, eso no es vigilar, veamos si en el contrato que se hizo sale que estoy obligado a pagar vigilancia, en muchos casos dependiendo de las residenciales hay costos que van desde 200, 300, 500 y 700 córdobas”, manifiesta Pomares.
Recientemente un hombre destruyó la aguja ubicada a la entrada del residencial Valle Santa Rosa, en el municipio de Ciudad Sandino, porque los vigilantes no lo querían dejar ingresar aduciendo no portaba el sticker que identifica a los vehículos con la cuota de vigilancia al día.
A pesar que el conductor argumentó que ya había pagado, los vigilantes intentaron detenerlo y forzó su entrada, primero destruyendo la aguja de control y luego ingresando, según un video de seguridad publicado en Facebook por una radioemisora.